El pegamento, una droga peligrosa

Es la forma de drogarse más barata, por lo que su consumo aumenta a pasos agigantados. El esmalte de uñas, el estiércol de vacas y la nafta también se usan de esa manera

La Agencia Nacional Contra la Drogadicción del estado malasio de Sarawak instó hoy al Gobierno a considerar el pegamento como una droga peligrosa, ante el aumento de su consumo en ese estado de la isla de Borneo.

Según informa la agencia nacional de noticias Bernama, la citada Agencia alegó que la Policía sólo puede actuar contra quienes se drogan con ese tipo de sustancias cuando provocan altercados en zonas públicas, pues el pegamento se comercializa libremente.

El director de la Agencia Nacional Contra la Drogadicción de Sarawak, Jasni Jubli, manifestó que "sin una legislación adecuada que contemple la inhalación de pegamento como un acto de drogadicción, estas personas no pueden ser tratadas en centros de desintoxicación, pues estos atienden solamente a drogadictos".

"Según un estudio del Ministerio de Salud de Malasia, inhalar pegamento puede provocar desorientación, pérdida de control, ataques de nervios, disminución de los reflejos y hemorragias nasales", dijo hoy el director desde Kuching, ciudad costera de la isla de Borneo situada unos mil kilómetros al este de Kuala Lumpur.

Los adictos, la mayoría con edades comprendidas entre los 10 y los 30 años, escogen el pegamento por ser muy barato aunque, según Jasni Jubli, hay unas 4.000 variedades más de esa sustancia que inhaladas causan efectos similares.

El director apuntó que "esmalte para las uñas, el estiércol de vaca y la gasolina son buenas alternativas para cuando no se encuentra pegamento en las tiendas del pueblo".

El secretario general del Ministerio de Seguridad Interna, Datuk Wira Abu Seman Yusop, dijo el mes pasado: "Estamos estudiando las leyes de Singapur y Brunei para que nos sirvan de guía para formular una ley en Malasia para este tipo de sustancias".

Actualmente, la Ley de Malasia no contempla el pegamento como droga peligrosa y, por lo tanto, el producto se comercia sin restricción alguna.

La Ley malasia de Drogas Peligrosas define como traficante a toda persona que se encuentre en posesión de al menos 15 gramos de heroína, o 1.000 gramos de opio o 200 gramos de cannabis.