Unos 4.600 dólares que estaban escondidos en el bolsillo de una vieja bata de hombre adquirida en un negocio de compraventa de ropa usada del centro de Rosario fueron devueltos tras una paciente búsqueda.
La noticia se conoció a través de Patricia Gieco, la dueña de la bata y de los dólares, quien tiempo atrás había vendido la prenda de su padre fallecido porque no tenía dinero.
La bata pertenecía al padre de Gieco, quien había guardado los dólares en uno de los bolsillos, escondite que no había llegado revelar a su hija.
El comprador de la prenda, de nombre Claudio se interesó en la vestimenta y cuando revisó los bolsillos halló los dólares, y primero pensó "que eran falsos, una imitación o esos billetes de un dólar de la suerte que muchas personas tienen".
Tras el hallazgo Claudio se puso en contacto con el dueño de la tienda y se propusieron encontrar al dueño de la bata y mediante averiguaciones que incluyeron rastreos y llamadas telefónicas llegaron hasta Gieco.
En el local afirmaron que el dinero estuvo varios meses "depositado" en la bata y el propietario expresó que "tal vez en otro momento de mi vida no los hubiera devuelto, pero desde que abracé la religión cambié, mi corazón es otro y nunca podría quedarme con algo ajeno".