Una princesa cansada de adaptarse a la familia real

El príncipe de Japón, Naruhito, pidió disculpas tras acusar a la realeza de ser una de las causantes de la enfermedad nerviosa de su esposa. La mujer sufre la presión de concebir un heredero al trono

(EFE).- El príncipe heredero de Japón, Naruhito, ha pedido disculpas públicas por las declaraciones que realizó el año pasado sobre la desdicha y la enfermedad de su esposa, Masako, en las que señalaba a la familia imperial entre las causas de esos males.

Naruhito se excusó por las consecuencias de sus palabras en una rueda de prensa que ofreció el lunes, pero cuyo contenido fue embargado hasta hoy, fecha de la celebración de su 45 cumpleaños.

"Hice esos comentarios con la esperanza de que la gente estuviera al corriente de la situación que atravesaba Masako. No obstante, siento haber causado problemas al emperador y la emperatriz con esas palabras", afirmó el príncipe heredero.

En su comparecencia ante la prensa en el palacio imperial en Tokio, Naruhito también se mostró apesadumbrado por haber causado "preocupación entre la gente".

En su defensa, afirmó que "cada persona tiene una manera diferente de pensar, así como en cada familia hay diferentes puntos de vista entre generaciones".

Las polémicas declaraciones se remontan a mayo del año pasado, en una rueda de prensa que ofreció ante su partida a Europa para asistir a las bodas en España del príncipe Felipe de Borbón y Letizia y del príncipe Federico de Dinamarca con la australiana Mary Donaldson.

En aquella ocasión, Naruhito no pudo ocultar su pesar por tener que viajar a los enlaces reales sin su esposa, aquejada de una depresión nerviosa desde finales de 2003.

"Es verdad que se han producido acciones que negaron la carrera de diplomática de Masako, así como su personalidad", afirmó entonces el príncipe heredero, para agregar a continuación que su mujer se hallaba "totalmente exhausta" por sus esfuerzos para adaptarse a la familia real.

Según la prensa japonesa, con estas disculpas Naruhito pretende suavizar las tensiones que produjeron dentro de su familia y de la institución que se ocupa del protocolo imperial, y poner punto final a la polémica sobre la salud de su esposa.

El príncipe heredero también afirmó el pasado lunes que Masako ya se está recuperando, haciendo muchos esfuerzos para fortalecerse física y mentalmente.

Sin embargo, señaló que aún tiene altibajos y que los doctores mantienen que aún necesita tiempo para su total restablecimiento.

La prensa nipona atribuye la enfermedad nerviosa de la princesa Masako a la enorme presión que supone la obligación de concebir un heredero al trono, en una familia donde el último varón nació en 1965.

Naruhito y Masako contrajeron matrimonio en junio de 1993 y desde entonces han tenido dificultades para lograr descendencia.

Tras ocho años de espera y un aborto natural, Masako se quedó de nuevo embarazada y en 2001 vino al mundo Aiko, una niña que nació excluida del trono, pero que ha originado un debate sobre una reforma legal para permitir a una mujer acceder a la línea sucesoria.

El estudio del cambio de la ley sálica japonesa lleva un mes en manos de un comité de asesores del Gobierno y se espera que el próximo otoño emita sus conclusiones.

Sobre este delicado asunto, el príncipe heredero se limitó a responder en la rueda del prensa del lunes: "Me abstengo de hacer cualquier comentario".