Chistes de jefes

Como una manera de demostrar que siempre el humor puede ser una buena herramienta para aprender a sobrellevar una relación jefe-empleado aquí van algunos chistes recopilados de distintas partes del mundo

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CHISTE 1:


Existen 3 tipos de jefes: los INCAS, los MAYAS y los AZTECAS.



Los INCAS son aquellos que entran a las 8 de la mañana y salen a las cinco. Todo el tiempo de su jornada, nomalmente, se lo pasan INCÁ-ndotela.



Los MAYAS son aquellos que cada día llegan al trabajo una hora más tarde, luego se marchan a desayunar, vuelven 5 horas más tarde, y dicen: "¿MAYA-mado alguien?".



Los AZTECAS son aquellos que llegan al trabajo, marcan tarjeta y se marchan con la intención de no volver hasta el siguiente día hábil, pero antes de irse le dicen: "AZTECA-rgo de todo lo mío".



CHISTE 2:


DIFERENCIAS ENTRE VOS Y TU JEFE


- Cuando tardas mucho tiempo, tú eres lento.


- Cuando tu jefe tarda mucho tiempo, él está meditando.


- Cuando no haces algo, eres un vago.


- Cuando tu jefe no hace algo, él está demasiado ocupado.


- Cuando tú cometes un error, eres idiota.


- Cuando tu jefe comete un error, él es humano.


- Cuando tú haces algo sin que te lo digan, estás sobrepasando tu autoridad.


- Cuando tu jefe hace algo sin que se lo digan, eso es iniciativa.


- Cuando tú tomas una determinación, eres un cabeza dura.


- Cuando tu jefe lo hace, él está siendo firme.


- Cuando tú ignoras una regla de etiqueta, tú estás siendo rudo.


- Cuando lo hace tu jefe, él está siendo original.


- Cuando tú complaces a tu jefe, estás siendo un "chupamedias".


- Cuando tu jefe adula a su jefe, él está cooperando.


- Cuando tú estás fuera de la oficina, estás paseando o perdiendo el tiempo.


- Cuando tu jefe está fuera de la oficina, él está en "negocios".


- Cuando tú estás enfermo un día, parece que estás siempre enfermo.


- Cuando tu jefe está enfermo un día, él debe estar realmente enfermo (le tiraron Kriptonita).



CHISTE 3:


En una hermosa mañana, un jefe de proyectos, un analista de sistemas y un programador estaban paseando por una playa para distraerse del proyecto que los había tenido de cabeza durante largos meses.



De repente, encontraron una lámpara casi oculta en la arena. Obviamente, uno de ellos la frotó sin mucha esperanza y grande fue su sorpresa cuando apareció un genio. Al verlos, el genio dijo:



- Bueno, imagino que conocen el procedimiento habitual para estos casos. Ustedes saben, eso de los tres deseos.



Los hombres estaban atónitos ante aquel inesperado espectáculo. Luego el genio continuó diciéndoles:



- Normalmente se los concedo a una sola persona, pero en este caso, como ustedes son tres los que me han encontrado, les concederé un deseo a cada uno.



El programador, igual de atorado como siempre, quiso ser primero y dijo:



- Me gustaría pasar el resto de mi vida viviendo en una gran casa en Fort Lauderdale, sin problemas de dinero y rodeado de hermosas mujeres que me idolatren.



El genio le concedió el deseo y le envió a la casa de Fort Lauderdale, con mucho dinero y muchas mujeres. Después siguió el analista de sistemas:



- Me gustaría pasar el resto de mi vida en un gran y lujoso crucero en el mediterráneo, sin problemas de dinero y rodeado de hermosas mujeres que me idolatren.



El genio le concedió el deseo y le envió al crucero en el mediterráneo, con mucho dinero y muchas mujeres. Al final, le tocó el turno al jefe de proyectos:



- ¿Cuál será tu deseo? - Preguntó el genio.



- ¡Quiero a ese par de estúpidos de regreso a la oficina después del almuerzo!



Fuente:

Invertia