El hecho ocurrió el 1 de diciembre, cuando Edgdar Guzmán, alias "Kiko", almorzaba junto a sus padres y una cuñada costeletas con ensalada. Kiko comenzó a ahogarse con una porción de carne, que más tarde se supo que s trataba de un pedazo de hueso de unos tres centímetros, de forma romboidal y de puntas aguzadas.
El hombre de 40 años fue trasladado a un hospital cerca de la casa, pero allí no pudieron lograr la expulsión del hueso. Al no contar con una ambulancia -comentaron sus parientes- viajaron en un colectivo de línea hacia otro centro de salud, donde sí lograron extraerle el resto óseo vacuno.
Más tranquilos regresaran a la vivienda, aunque el sábado a la noche y el domingo últimos el estado de salud de Kiko desmejoró, por lo que la familia lo trasladó nuevamente hacía el hospital donde lo intervinieron quirúrgicamente porque, a consecuencia de las heridas que le provocó el hueso en el esófago, tenía una infección. A pesar de los esfuerzos, no pudieron salvar a Kiko, que falleció el lunes último a la noche.