Kirchner deja plantado a Presidente de Vietnam en cena oficial

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El lunes en la noche Tran Duc Long, el Presidente de Vietnam, se quedó esperando. Ese día estaba fijada la cena oficial en la Casa Rosada con ocasión de su visita a Argentina. Sin embargo, el Presidente transandino, Néstor Kirchner, haciendo gala de su ya tradicional informalidad, dejó "plantado" al mandatario asiático y no se presentó. Según recoge ayer el diario porteño Clarín, el hecho descolocó a los visitantes, pero la oficina de la presidencia no entregó explicaciones oficiales. En lugar de Kirchner, asistieron su Vicepresidente, Daniel Scioli, y el canciller Rafael Bielsa, entre otros ministros.

El gobierno intentó bajarle el perfil a la ausencia del presidente, pero sin aclarar sus causas. Algunas versiones dicen que el mandatario no asistió por haber sufrido un repentino malestar, aunque otras aseguran que Kirchner simplemente estaba cansado y no quiso concurrir a la cena. El gobernante no ha demostrado mucha preocupación por el protocolo desde que llegó a la Casa Rosada y no disfruta de los banquetes oficiales. Además, la cena del lunes era la tercera en menos de una semana, tras las visitas de los presidentes chino, Hu Jintao, y coreano, Roh Moo-Hyun.

El hecho despertó preocupación en la Cancillería transandina, porque algo similar podría ocurrir en las visitas del Presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, y del Rey de Marruecos, Mohamed VI, quienes llegarán a Buenos Aires a principios de diciembre. Según Clarín, los embajadores de ambos países estuvieron en la Cancillería el martes y se les habría comentado que existe la posibilidad de suprimir las cenas oficiales. Un hecho que despertó inquietud, ya que las cenas con el presidente del país anfitrión son una actividad obligada en las visitas oficiales.

El hecho confirma el desinterés que ha mostrado Kirchner por el protocolo. En junio pasado, llegó dos horas y media tarde a la ceremonia de juramento de su ministro de Justicia, Horacio Rosetti. El acto había sido fijado a las 17.00 y el mandatario dejó esperando a todos los asistentes en el Salón Blanco de la Casa Rosada. Sólo apareció a las 19.30. Retrasos que también se han repetido en el ámbito internacional. En la Cumbre Iberoamericana de noviembre de 2003 en Bolivia, por ejemplo, arribó una hora tarde a un desayuno fijado con Lula da Silva, Vicente Fox y Ricardo Lagos.

En esa misma reunión, suspendió a último minuto un encuentro con el Presidente boliviano, Carlos Mesa. Sin embargo, se reunió con el líder cocalero Evo Morales. El hecho tensionó las relaciones con el Palacio Quemado. Su informalidad se repitió meses después con un grupo de empresarios franceses, a los que dejó esperando durante una visita a París en 2003, y con la presidenta de la compañía Hewlett Packard, Carly Fiorina. La alta ejecutiva tenía una cita con Kirchner en la Casa Rosada, pero tras esperar 45 minutos se fue sin ver al mandatario.

Estilo autoritario

Su impuntualidad y desinterés por el protocolo se suman a su estilo autoritario de gobernar. Este quedó en evidencia en julio, tras la salida del gabinete del ministro de Justicia Gustavo Béliz, quien denunció el mal trato de Kirchner. El hecho llevó a que varios ministros decidieran hablar bajo estricto anonimato a la revista transandina Noticias, revelando el carácter del mandatario. "Cuando Kirchner está de mal humor es insoportable (...).Si algo lo saca de sus casillas desaparece por días y no contesta el teléfono", comentó uno de sus secretarios de Estado a ese medio.

El estilo de Kirchner, sin embargo, no molesta a los argentinos, según la analista transandina Graciela Romer. "En general esta forma confrontativa y desestructurada sintoniza con las demandas del argentino medio", asegura. Para Römer la actitud de "adolescente rebelde" de Kirchner genera simpatías y responde a una estrategia para relacionarse con otros poderes, aunque reconoce que en el exterior estas actitudes "no han sido naturalmente aceptadas".

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