Película sobre gurú del sexo estremece en los EE.UU.

Kinsey descubrió, en 1946, que el sexo prematrimonial, la infidelidad, la masturbación y la homosexualidad estaban más extendidos de lo que la sociedad norteamericana reconocía

(EFE)- Medio siglo después de la revolución desatada por Alfred C. Kinsey, Estados Unidos todavía tiene reparos al hablar sobre sexo, tal y como muestran las airadas reacciones ante el estreno de una película sobre el sexólogo.

No es de extrañar que el país que se escandalizó con el semi destape de Janet Jackson se eche ahora las manos a la cabeza ante un filme que gira en torno a la masturbación, la infidelidad o la homosexualidad, temas favoritos del científico.

En sus revolucionarios informes, Kinsey se enfrentó sin aspas a éstos y otros tabúes y causó un terremoto cuando habló de la diversidad de las experiencias sexuales de los estadounidenses.

Kinsey encontró que el sexo prematrimonial, la infidelidad, la masturbación y la homosexualidad eran mucho más prevalecientes de lo que nadie estaba dispuesto a reconocer en 1946.

Muchos hombres heterosexuales, por ejemplo, reconocieron haber tenido experiencias homosexuales en las investigaciones de Kinsey, que era profesor en la Universidad de Indiana.

Bestia negra

Pero casi cinco décadas después de su muerte, en 1956, Kinsey todavía no ha superado su estatus de "bestia negra" entre los sectores conservadores de la sociedad estadounidense, muy reforzados tras la reelección de George W. Bush la semana pasada.

Kinsey debe estar revolviéndose en su tumba ante reacciones como la del grupo Generation Life, que cree que el científico es en parte responsable de las "devastadoras consecuencias de las enfermedades de transmisión sexual, la pornografía y el aborto".

Este grupo planea distribuir panfletos frente a los cines que proyecten la película, dirigida por Bill Condon, ganador de un Oscar por "Dioses y Monstruos", y protagonizada por Liam Neeson.

Para Tom Neven, del grupo cristiano Focus on the Family, "decir que esta película es burda propaganda para la revolución sexual y la agenda homosexual es quedarse muy corto".

Catholic Outreach, un grupo con sede en Carlsbad (California), cree que la película omite información crucial sobre la vida de Kinsey y le presenta como un visionario cuando la verdad es que "trajo consigo la extendida aceptación de la perversidad y la inmoralidad que existen hoy".

Pero no todos piensan igual, por supuesto.

El diario "USA Today" señala que se trata de "uno de los mejores filmes del año", mientras que para el crítico de "The New York Times" A.O. Scott la película trata el tema de sexo con sobriedad, sensibilidad y buenas dosis de humor.

"Las implicaciones de su trabajo, tal y como se presentan en esta película humana y seria, van mucho más allá de la fisiología o el comportamiento humano", señala Scott, para quien el filme muestra que "cada uno de nosotros es diferente, y ninguno estamos solos".

Condon, por su parte, cree que Kinsey era un hombre muy complejo y confía en que su obra arroje luz sobre este personaje, mientras que los distribuidores de la película piensan que ha de servir para que la gente discuta sobre sexo de forma "madura y honesta".

En 1948, cuando Kinsey publicó su obra titulada "El comportamiento sexual", se le tachó de pervertido, una amenaza para la sociedad y, cómo no, de comunista.

Mucho ha cambiado desde entonces, pero los científicos dicen que, si algo se ha mantenido constante a lo largo de todo este tiempo, es la reticencia de EE.UU. ante el estudio de la sexualidad, un reparo que han frenado el conocimiento científico en torno a preguntas fundamentales.

Entre otras cosas, hoy no se dispone de suficiente información sobre hasta qué punto el deseo sexual afecta en la toma de decisiones, cómo se desarrolla la identidad sexual en la juventud o, más recientemente, cómo influye en la sociedad la abundancia de material pornográfico que circula por internet.

Como dice el doctor Gilbert Herdt, investigador en la Universidad Estatal de San Francisco (SFSU), "llevo en este campo 30 años y el nivel de miedo e intimidación es ahora mayor de lo que puedo recordar".

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