Un incendio declarado poco después de la medianoche destruyó ayer la parte alta de una torre de más de 50 pisos, situada en el centro de Caracas, sin causar víctimas.
Las llamas consumieron los últimos 20 pisos del edificio, que no llegó a desplomarse, como temieron las autoridades.
El fuego, que actuó por más de 13 horas, cesó al llegar a la azotea del rascacielos y no encontrar más materiales combustibles que consumir.
La humeante estructura de la torre permanece en pie y no presenta señales de que se vaya a colapsar, pero las autoridades han evacuado preventivamente las zonas y edificios adyacentes.
El ministro del Interior, Jesse Chacón, confirmó que no hubo víctimas y dijo que todo parece indicar que ha cesado el riesgo de que el edificio colapse como el 11 de setiembre de 2001 lo hicieron las Torres Gemelas de Nueva York a raíz de un atentado.
El incendio no fue dominado en los primeros momentos porque fallaron los sistemas contra incendios del edificio, según dijo el comandante de los bomberos Rodolfo Briceño.
Los bomberos trataron de controlar el fuego cuando estaba aún en el piso 39, pero en el momento en que traspasó una placa aislante y se coló por los conductos de ventilación hacia plantas superiores, se les ordenó evacuar el edificio y dejaran que el fuego consumiese el tercio superior de la torre.
La acción de los bomberos fue sustituida por dos helicópteros militares "Super Puma", que lanzaron cargas de agua sobre la fachada y la parte superior del rascacielos para enfriar su estructura y evitar que se derrumbase.
El fuego inutilizó la Torre Este del Parque Central de Caracas que, junto con la Torre Oeste, fueron en su momento los edificios de estructura de cemento armado más altos del mundo.
Ambas torres, que también son los edificios más altos de Venezuela, están dedicadas a oficinas públicas, por lo que estaban desocupadas en el momento de producirse el incendio, cuyas causas investigan las autoridades.