Una conejita cuenta todo sobre la Mansión Playboy

Jill Ann Spaulding publicó un libro donde cuenta que Hugh Hefner, fundador de Playboy, elegía para que fueran sus conejitas a las que gritaban más

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Spaulding, una jugadora profesional de póker que durante un tiempo salió en las páginas de la revista para adultos, cuenta los secretos de alcoba de Hefner, quien tiene actualmente 78 años.

La modelo dice que su afán es demostrar que la mansión de las conejitas no es la ?casa de los sueños de Barbie?, como el magnate lo hace creer, por el contrario, explica que ese lugar es ?una casa de cambio donde se comercia con sexo peligroso por fama y popularidad?.

En el libro titulado "Jill Ann, Upstairs", la modelo comenta que Hefner tiene 12 ?conejitas esclavas? que, entre otras tareas, tienen la de ?servir? al fundador de Playboy cada miércoles y viernes en las llamadas ?noches de sexo?.

Ahí las jóvenes tienen que bañarse y participar en una orgía. ?Hay dos grandes pantallas de televisión en su dormitorio donde se proyecta cine porno, mientras que él escoge a unas chicas para tener relaciones sexuales. A las que están con él les exige que griten mucho y las que permanecen fuera del acto tienen que simular relaciones lésbicas con las demás?, relata Jill.

Además apunta en su libro que ?no hay protección sexual y ninguna de las chicas se somete a controles contra el VIH. A Hefner no le importa y a las chicas se les olvida porque reciben dos mil dólares a la semana?.

El magnate ya fue interrogado sobre su sentir ante tales declaraciones y sólo dijo que no había leído el libro, pero que ?alguna de mis chicas sí lo han hecho y se han reído mucho?.

A pesar de que no sabe la manera en que se le critica, Hefner comentó: "Jill sólo dice tonterías, es una señora que me escribió pidiéndome una oportunidad para estar aquí. Mandó una foto desnuda y estuvo aquí tres días?, comentó el magnate del porno, quien señaló que la intención de Spaulding es hacerse famosa.