"El Código Da Vinci", el éxito que desató la polémica

Con 30 millones de ejemplares vendidos, la novela de Dan Brown fue best seller a poco de publicarse. La obra, que se escuda en la ficción, para inmiscuirse en la religión cristiana, causó controversia en todo el mundo

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Sobrados son los ejemplos, en el mundo artístico y cultural, que responden a una demanda de las personas de ahondar sobre aquellos temas que en los papeles o en la tradición ?concluyen casi perfectamente?.

El ?Código Da Vinci?, escrito por el norteamericano Dan Brown, toca uno más de estos tópicos, y como era de esperar se convirtió en un best-seller. No obstante, cuando la publicación fue ofrecida en España, ningún editor se interesó en la propuesta salvo la pequeña Editorial Umbriel, que hoy disfruta de las regalías.

El libro de Brown lleva más de 30 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo, fue traducido a 30 idiomas, y ya se apronta a conquistar la pantalla grande. La Columbia Pictures y el director Ron Howard llevarán a Russell Crowe como protagonista a encarnar, en el cine, los misterios de este éxito editorial.

La razón

El ?Código Da Vinci? encontró, quizá, la mezcla más seductora: la religión entrelazada con el arte. El cristianismo y Leonardo Da Vinci.

Al igual que lo ocurrido con la polémica película ?La Pasión? de Mel Gibson, la reacción de algunos sectores avivó la expectativa del público.

Sólo para comenzar, la novela supone que Jesús se casó con María Magdalena, la prostituta que lloraba al pie de la cruz, y tuvo una hija de nombre Sarah.

La historia es la siguiente. Jacques Sauniére, curador del museo Louvre y gran maestre del Priorato de Sión, organización secreta que pretendía perpetuar una versión femenina de Dios, fue asesinado por un miembro del Opus Dei.

Antes de morir, Sauniére deja a su nieta Sophie un mensaje en clave que podría cambiar la historia, y la mujer, de la mano de un experto en simbología, Robert Langdon, intentan develar el misterio.

De la sociedad, llamada Priorato de Sión, eran miembros personajes de la talla de Newton, Boticelli, Víctor Hugo y Leonardo Da Vinci.

De aquí el nombre del libro. Da Vinci a través de sus pinturas habría dejado señales. Por ejemplo, ?La Mona Lisa? sería un anagrama de la unión divina de lo masculino y lo femenino. En ?La Última Cena?, aparecercía sentada a la derecha de Cristo, con una larga cabellera y las manos entrelazadas, una mujer: María Magdalena.

Con la ficción ?al borde?, Brown cuestiona a partir de ciertas premisas los orígenes del cristianismo. Así cuenta que tres siglos antes de la crucifixión, Cristo conseguía cada vez más seguidores, y cristianos y paganos vivían enfrentados.

Para resolver la pugna, Constantino unificó Roma bajo una sola religión, el cristianismo, y a través del Concilio de Nicea se dictaminó llamar a Jesús ?el hijo de Dios?. En pocas palabras, para el autor, Jesús no es Dios, sino que fue Constantino quien le dio forma a lo que denominamos cristianismo.

Pero la mayor controversia generada por este best seller, es cuando ser afirma que, además, el mismo Constantino financió la redacción de una nueva Biblia que quitara los rasgos humanos de Cristo.

La polémica no tardó en desatarse, y desde la aparición de la novela, se publicaron una centena de libros, artículos y ensayos que reafirman la historia original y desmienten la versión ?ficcionada? de Brown.

El probado éxito de ?Código Da Vinci? descansa, o no tanto, en la web. A través de una página www.elcodigodavinci.com millones de personas interactúan con la novela, descifrando a modo de juego los misterios de Brown.

En tanto, la editorial Umbriel, orgullosa del flamante escritor que le ha hecho ganar millones y millones, promete para septiembre la edición de los primeras novelas de Brown, mientras él, tranquilo, trabaja también en un próximo libro.