Según informó hoy la agencia estatal Xinhua en su página web, los resultados se tendrán el próximo mes de septiembre, y en ellos se comprobará si los objetos que tienen esta sustancia antiadherente emiten ácido perfluoroctanoico (C8), que puede producir trastornos hepáticos o del aparato reproductor.
China, donde el uso del teflón está tan extendido como en Occidente, tomó la decisión de abrir la investigación una semana después de que la Agencia de Protección Ambiental de EEUU acusara a DuPont de ocultar la presencia de C8 en sus productos durante los últimos 20 años.
Estudios científicos señalan que si el teflón alcanza temperaturas por encima de los 260 grados -algo que suele ocurrir al cocinar- emite productos tóxicos capaces de matar a un pájaro, o producir síntomas similares a la gripe en seres humanos.
Además, según estudios realizados en EE.UU., el uso generalizado de este material en la vida actual ha hecho que el C8 esté presente en la sangre de un 90 por ciento de la población.
Ya en el año 2001, investigadores canadienses de la Universidad de Toronto advirtieron que el teflón emite productos químicos que tardan siglos en desaparecer y cuyos efectos a largo plazo se desconocen.
La descomposición del teflón también origina gases CFC, responsables de la destrucción de la capa de ozono.
DuPont, fundada en 1802, tiene más de 70 fábricas en todo el mundo y 77.000 empleados. En China posee siete compañías subsidiarias y 11 empresas mixtas con socios chinos. EFE