El final de otra ilusión

El Seleccionado Argentino de Vóley cayó ante Francia por los cuartos de final del Mundial por 3 a 1 (14-25, 29-27, 25-24 y, 25-18). El estadio Luna Park estaba como si se conmemorara una fecha patria. Los colores eran celeste y blanco por cualquier rincón que se mirara. La gente, eufórica. El Seleccionado Argentino de Vóley se iba a enfrentar ante el conjunto de Francia por uno de los cuartos de final del Mundial que se está desarrollando en el país.

Por el Luna sobrevolaban los fantasmas del Mundial ?82. El marco era el mismo, algunas personas también (con algunas canas más). Si hasta en la cancha con la camiseta número 7 estaba el mismo jugador que con una remera más ajustada y con otra marca fue fundamental para conseguir la medalla de bronce.

El alma de esta Selección -el aliento del público- se hizo presente, sólo bastaba saber cómo iba a estar el cuerpo (el equipo). La hinchada había sido un arma clave hasta aquí, por un lado motivaba a los jugadores argentinos y por el otro intimidaba a los adversarios. Esto fue confesado por los propios integrantes de la Selección.

Del otro lado con camiseta azul estaban los franceses, que habían llegado hasta aquí acompañados de un gran volumen de juego y cosechando el buen nivel de su liga nacional. Pero que se sorprendían ante el marco imperante.

Así fue como comenzó el partido, con los galos absolutamente desconcertados por el alma de la Argentina y doblegados por el juego del conjunto de Getzelevich, que salió a la cancha con la motivación por defender el invicto en su país y eso se tradujo en el juego. Con una defensa que no dejaba picar ninguna pelota en su campo y un bloque concentrado y leyendo a la perfección el ataque rival.

Con ese cuerpo y ese alma, el conjunto albiceleste le sacó diferencias a Francia al inicio, cuando de los primeros ocho puntos del partido, siete eran de Argentina. El resto del primer set fue sólo un trámite, sin que cayera el nivel del equipo nacional, para ganar 25 a 14.

El segundo set comenzó más parejo. Los jugadores franceses salieron del asombro del público y demostraron por qué están en cuartos de final y se acordaron de que ya habían derrotado a una potencia como es Rusia. Tuvieron menos errores no forzados, mejoraron en defensa y en ataque, consiguiendo ponerse 1 a 1 al vencer con un cerrado 29 a 27.

Muy parecido fue el tercero, donde pese al cambio de armador que introdujo Getzelevich al equipo argentino no le alcanzó y el conjunto europeo se puso arriba al quedarse con el set por 25 a 23.

A medida que avanzaba el partido, crecía Francia y se iba desdibujando la Argentina. Los europeos no dejaban picar una pelota, mientras que el bloqueo y el ataque albiceleste no estuvo a la altura de lo que se había visto en el primer set.

En el cuarto juego, Argentina no pudo revertir la situación, Francia fue quien sacó ventajas y apenas cuando promediaba el set, ante la lesión de Dominique Daquin se le encendía una luz de esperanza al conjunto dirigido por Carlos Getzelevich. Pero los franceses no sintieron la ausencia de quien había sido tan importante en el transcurso del partido y conservaron el gran volumen de juego. Así fue como se quedaron con el encuentro al vencer en el cuarto set por 25-18. Con el aliento del público no alcanzó.

En los otros resultados de los cuartos de final, Brasil -en un apretado partido- venció a Italia por 3 a 2 (23-25, 23-25, 25-23, 28-26 y 13-15), después de ir ganando 2 a 0 y pese a la levantada de los europeos que no les alcanzó para dar vuelta el resultado. Los brasileños se enfrentarán hoy por una de las semifinales ante Yugoslavia, que dejó afuera a Portugal al derrotarlo con un cómodo 3 a 0 25-20, 25-23 y 25-16.

Rusia, que venció a Grecia con un contundente 3 a 0 con parciales de 25-22, 25-22 y 25-21, jugará hoy ante Francia por la otra semifinal, mientras que Argentina deberá enfrentar a Grecia por el quinto lugar.

Fernando Gañete Blasco