Decenas de miles de israelíes en las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional, los organismos secretos y voluntarios desplegados en todo el país velarán por la seguridad de la población durante las dos jornadas de la festividad, que concluirá el próximo domingo.
"Shaná Tová, que tengas un buen año!", se saludarán unos 13 millones de judíos en todo el mundo, más de cinco millones de ellos en el Estado de Israel, al comenzar la cena, que empiezan comiendo manzanas embebidas con miel para "¡que tengáis un año dulce!".
Como otros acontecimientos en la historia del pueblo hebreo, también al comenzar el nuevo año, que según la tradición popular coincide con el aniversario de la creación del universo, en miles de sinagogas sonará el "shofar", el antiguo instrumento fabricado con un cuerno de carnero cuyo sonido les recuerda el momento en que recibieron los Diez Mandamientos.
A diferencia de los festejos por la llegada de un nuevo año conforme a los calendarios de otras religiones, para los judíos el "Rosh HaShaná" (cabeza del año) es una fiesta de regocijo pero sin excesos pues con ella comienza un período de introspección.
Las familias religiosas y las tradicionalistas se reúnen en sus hogares para una cena opípara regada con vino para el brindis u otras bebidas espirituosas, pero no hasta la ebriedad.
Los judíos pueden beber "hasta no distinguir" un día al año, en la fiesta de Purim, al recordar regocijados haber superado diversos episodios en los que su pueblo en el exilio corrió peligro de ser exterminado, desde Asiria, hace 2.500 años, hasta el siglo XX.
Con la celebración del nuevo año, simultáneamente, comienza la solemne temporada de "los días terribles" (iamim noraim), cuando el Altísimo sopesa su conducta. Este período de arrepentimiento y letanías en los servicios que se ofrecen en la madrugada en las sinagogas, finalizará dentro de diez días, con la solemne jornada de expiación de Yom Kipur (Día del Perdón).
En el Día del Perdón, Jehová -una de las setenta alusiones a Dios, que es innombrable- "sella" el Libro de la Vida e inscribe en él a los que seguirán en ella. Por ello es que después de desearse "Shaná Tová", se augurarán "que seas inscrito" en ese Libro.
Frente a los centenares de miles de israelíes en guardia, centenares de miles de palestinos seguirán bajo toque de queda en ciudades de Cisjordania, y no podrán entrar en territorio israelí los obreros de esa zona, ni los de Gaza, hasta el lunes próximo.
En las Sagradas Escrituras la jornada del nuevo año es denominada "Día del Toque del Shofar", también empleado "para que Él oiga los ruegos de la congregación" y del que se tocan cien notas, o "Día del Recuerdo" de los grandes acontecimientos de la historia hebrea.
Los creyentes que por cualquier motivo no pudiesen acudir a la sinagoga para oír el sonido entrecortado del "shofar", que no todos saben soplar, debieran obtener los servicios de alguien que lo haga desde su casa, según una norma de la tradición religiosa.
El sonido de este instrumento bíblico de origen pastoril es un llamamiento a la penitencia de los feligreses y también recuerda a los judíos el momento en que el profeta Moisés les entregó las Tablas de la Ley en el monte Sinaí, lo que los convirtió en un pueblo.