En el medio de la fiesta, el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, ingresó a la cancha de Racing casi como un rockstar. Saludaba y agradecía con su hijo Juan en brazos y su esposa Agustina de la mano. Entre miles de personas, Berni no paraba de regalar sonrisas. Ingresó a la platea y subió hasta el palco en el que lo esperaba el titular de la ANSES, Diego Bossio. Iban a festejar después de 13 años de sequía. Todo indica que el territorio bonaerense le sienta bien.
Sergio Berni mide. Los números le dan bien y el más del 15% de intención de voto que le dan las últimas encuestas que encargó la Casa Rosada lo deja muy bien posicionado para encarar una eventual campaña en el territorrio de la provincia de Buenos Aires, la madre de todas las batallas. Con la salida de Daniel Scioli, el sillón de la Casa de Gobierno de La Plata se volvió una presea buscada pero difícil: ningún candidato despega más de 15% de sus competidores y todo se transforma en un escenario para cualquiera.
Los analistas sostienen que los verdaderos números se van a poder medir cuando los candidatos presidenciales se aboquen a caminar la provincia de la mano de sus candidatos, pero mientras eso no suceda nadie puede sacar diferencias concretas. La vicejefa de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, María Eugenia Vidal; el ahora intendente de Lomas de Zomora, Martín Insaurralde; el diputado nacional, Darío Giustozzi; el intendente de San Isidro, Gustavo Posse; el diputado nacional, Francisco De Narváez; la diputada Margarita Stolbizer; Bossio y el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, son algunos de los principales nombres que ya sacaron boleto para jugar en tierras bonaerenses. Según las evaluaciones, Insaurralde era el único que superaba los 30 puntos de intención de voto, pero su renuncia a la banca y su posible paso al Frente Renovador le harían perder entre 11 y 15 puntos en el camino, situación que lo arrastraría al pelotón de candidatos. Con esta radiografía, en el Frente para la Victoria no pierden las esperanzas de poder convencer a Berni de ser candidato a gobernador. El secretario de Seguridad, que fue papá hace poco más de dos meses no quiere saber nada con cualquier tipo de candidatura pero también sabe que si suena el teléfono desde la Quinta de Olivos, no le quedará alternativa de aceptar.
En los últimos 30 días, creció la idea de que Berni sea el compañero de fórmula de Diego Bossio. Para muchos, la foto en Avellaneda el pasado domingo no fue casualidad. Lo cierto es que ambos son muy amigos y tienen una gran relación política, que sirvió de apoyo para que Berni no tenga dudas en salir a sostener la candidatura del hombre de la ANSES. "Bossio tiene que ser el gobernador de la provincia", afirmó Berni pero fue más profundo. "Ustedes me verán todos los días trabajando al lado de Diego Bossio y preguntarán por qué. Y bueno, lo hacemos porque entendemos que no hay posibilidades de ejercer políticas de seguridad por fuera de un plan de inclusión social", agregó el jefe de la seguridad nacional, a comienzos de este mes. Bossio todavía no expone de forma explícita su candidatura pero ya no hay dudas que está abocado a potenciar su nombre y romper la barrera de los 10 puntos de intención de voto para después de marzo.
Según confirmó Infobae, los encuestadores que trabajan con la Casa Rosada ya le notificaron al secretario de Legal y Técnica de la Nación, Carlos Zannini, el crecimiento de Berni. ¿Podrá darse vuelta la fórmula? La posibilidad de que Bossio se transforme en el vicegobernador de Berni tampoco se descarta. "Diego es joven y un lugar en la fórmula le va a servir para potenciar su carrera. Tiene tiene y no debe apresurarse", explicó a Infobae un diputado provincial de La Cámpora que participó en las últimas reuniones con Máximo Kirchner.
Berni tiene acceso directo con la Presidenta. No habla con intermediarios y es uno de los pocos funcionarios que puede realizar acciones sin consultar con la Rosada. Sus fuertes posiciones con respecto a la política de seguridad le hicieron crecer en imagen positiva e intención de voto y separarse de concepto promedio que reciben los funcionarios del Gobierno Nacional. Infobae se comunicó con Berni y su respuesta fue contundente: "Yo no soy candidato a nada", sentenció. "Tenemos hasta marzo para convencerlo", responden en Balcarce 50. Faltan poco más de 60 días. Ya dieron vuelta el reloj de arena.