Una tormenta invernal empapará California y ayudará a retrasar el riesgo de incendios en verano

Una fuerte y fría tormenta -para los estándares de mayo- se dispone a azotar la costa oeste este fin de semana, trayendo nieve de montaña y lluvias que empaparán partes de California y el noroeste del Pacífico. La tormenta, que llega en la cúspide de la estación seca veraniega, también extenderá vientos feroces por el interior del Oeste.

La tormenta proporcionará una humedad bienvenida antes de que las precipitaciones cesen durante meses en muchas zonas, y podría retrasar la amenaza de incendios, probablemente hasta finales del verano o el otoño. Hasta 45 cm (18 pulgadas) de nieve podría caer en las elevaciones más altas de la Sierra Nevada el sábado hasta el domingo, con 15 a 25 cm (6 a 10 pulgadas) por encima de 1 km y medio (5.000 pies). Más de 5 cm (2 pulgadas) de lluvia se prevé para la costa de Oregon en el extremo norte de California y en las estribaciones de la Sierra.

“Este es un sistema estándar, casi invernal, que estamos viendo”, dijo Nathan Rick, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional en Sacramento. “Un sistema de baja presión está cayendo desde el Golfo de Alaska hacia el sur con una buena franja de humedad que está atrayendo”.

Las temperaturas serán bastante frías para esta época del año - el Valle de Sacramento pasará de máximas en los 80 el viernes a máximas en los 60 bajos el sábado por la tarde. Los niveles de nieve podrían descender hasta 1 km (3.500 pies) el domingo por la mañana. “Es definitivamente un sistema robusto - que está empacando un golpe bastante grande con ese aire más frío”, dijo Rick. “Esperamos un enfriamiento rápido a medida que avanzamos hacia el fin de semana”.

La capa de nieve de California se mantiene estable en el 94 por ciento de la media para la época del año, cayendo por debajo de lo normal en la mitad sur de la Sierra. Se espera que el manto de nieve se derrita antes que el año pasado, cuando una enorme cantidad de nieve se prolongó hasta agosto, manteniendo las altas elevaciones húmedas durante todo el verano. Las montañas también están más secas este año que las costas, que sufrieron las tormentas provocadas por El Niño el invierno pasado.

Aun así, después de que 51 ríos atmosféricos azotaran la costa oeste, California se encuentra en buena forma en lo que respecta a la sequía, con tan solo unas pocas manchas de “sequedad anormal” al concluir la estación húmeda, según el Monitor Federal de Sequías. Sin embargo, la afluencia de humedad de este fin de semana es muy necesaria en el noroeste del Pacífico, donde las señales de sequía han ido en aumento en las últimas semanas. El mes pasado, el estado de Washington declaró la emergencia por sequía debido a la escasez de nieve y en previsión de un verano caluroso.

El tiempo templado e inestable de esta primavera, junto con los inviernos húmedos consecutivos, se traduce probablemente en un menor riesgo de incendios forestales hasta bien entrado el verano en gran parte de California. Se espera que varios factores frenen el crecimiento de los incendios en los próximos meses, entre ellos “las oportunas intrusiones de humedad fría, el deshielo del manto de nieve y la adecuada humedad del combustible vivo debido a la ausencia de sequía a largo y corto plazo”, según una previsión para el norte de California publicada el 1 de mayo.

En el sur de California, los meteorólogos prevén una temporada de incendios estivales suave, similar a la del año pasado. “Durante los años muy húmedos y los años muy secos, tendemos a tener un número muy por debajo de lo normal de incendios y hectáreas quemadas”, dijo Matt Shameson, un meteorólogo de incendios con el Centro de Coordinación del Área Geográfica del Sur de California en Riverside.

Aunque Shameson cree que es probable que el sur de California se salve de un año de grandes incendios, las zonas desérticas están experimentando un repunte de la actividad incendiaria debido a que los pastos espesos que brotaron este invierno se están secando. El crecimiento de una vegetación exuberante es una especie de bomba de relojería que podría provocar graves incendios forestales cuando la hierba y la maleza se sequen lo suficiente como para arder.

“Espero que 2025 sea un año de grandes incendios”, afirma, dado que el próximo patrón climático de La Niña podría traer un invierno más seco. “En 2025, cuidado”.

Algunos expertos, sin embargo, ven motivos para preocuparse por los incendios forestales incluso antes. Según las últimas previsiones del Centro de Predicción Climática del Servicio Meteorológico, parece que se avecina un verano inusualmente caluroso en gran parte del Oeste, debido a la transición a La Niña que se suma a la tendencia de calentamiento de fondo provocada por el hombre.

Se prevé un retraso o debilidad de los monzones del suroeste, lo que contribuiría a la rápida desecación de Arizona, Nuevo México y otras zonas del oeste este verano. Daniel Swain, climatólogo de la UCLA, calificó de “excepcional” la señal de calor para el continente, que podría acercarse a la costa a medida que avance la estación, lo que provocaría un otoño seco y caluroso en California.

Las intensas olas de calor podrían aumentar considerablemente el riesgo de incendios más adelante en la temporada en California, cuando los vientos otoñales pueden provocar incendios peligrosos.

“Creo que las probabilidades se inclinan hacia una temporada de incendios inusualmente suave al principio en California y con una gravedad cercana o superior a la media en los dos últimos meses”, dijo Swain en una sesión informativa el miércoles. “Nos espera un aumento considerable de la actividad de los incendios forestales siempre y cuando las cosas se sequen y se calienten, y creo que hay muchas posibilidades de que eso ocurra precisamente a finales de este año, probablemente a partir de agosto o septiembre”.