"Francia no puede ser Francia sin la grandeza", escribió Charles de Gaulle en sus "Mémoires de guerre", quizás una de las citas que mejor resumen el espíritu francés por la grandilocuencia. Los franceses no hacen nada a medias, y su país es un claro ejemplo de esta alma inquieta, preocupada por la belleza y la libertad, por los sabores y por el amor.
A continuación, seis sitios históricos, culturales y naturales que vale la pena conocer durante un viaje a este gran país europeo, más allá de las callecitas de París y la extravagancia versallesca que conforman el típico checklist de un tour por "La France".
Abadía de Sénanque, Provenza
Quizás su imagen se más conocida que su nombre. La abadía de Sénanque se encuentra en la localidad de Gordes, en Provenza. Sus campos de lavanda crean una postal única y mágica, que la convierten en una de las regiones más hermosas de Francia. La iglesia del siglo XII es el lugar ideal para observar la naturaleza en su máximo esplendor, y en verano el edificio se ve rodeado por un mar de flores violetas.
Los Jardines de Marqueyssac, Dordogne
Los mundialmente famosos jardines de Marqueyssac crean uno de los paisajes más maravillosos de toda Francia, y del mundo entero. La vegetación, moldeada para crear una imagen un tanto surrealista, rodea un castillo del siglo XVII con vista al valle de Dordogne. Un cuento de hadas en el mundo real.
Mont Saint-Michel, Normandía
Una abadía gótica benedictina que se preservó como vivienda desde el siglo XI hasta el siglo XV. Esta islita es visitada por casi 3 millones de turistas al año, y su conexión con tierra firme aparece y desaparece según las mareas. Fue construida entre los siglos XI y XVI, y está en peligro de hundimiento, por lo que se tomaron algunas medidas para desacelerar el proceso. Considerada como una "maravilla del Occidente", la gran arquitectura se alza por encima de inmensas extensiones de arena combinadas con la marea. Sus murallas preservan el carácter histórico de su funcionalidad.
Colmar, Alsacia
Colmar es de otro mundo. Sus casitas con marcos de madera, fachadas de colores, flores que brotan por todos los rincones durante la primavera y callecitas de piedra que invitan a caminatas eternas. El centro de la ciudad antigua se caracteriza por sus edificios de estilo gótico alemán y primer Renacimiento. Este lugar, junto con otras ciudades como Salzburgo, es un símbolo del encanto de la región de Alsacia.
La Riviera Francesa (Costa Azul)
La Côte d'azur, el patio de juegos de los ricos y famosos del jet set europeo, captura todo el glamour y el brillo de Francia. Vacaciones de lujo, yates millonarios, aguas turquesas y fachadas coloridas. La Costa Azul francesa lo tiene todo.
Giverny, Normandía
Giverny es un pueblito en el límite de la región de la Normandía y es especialmente visitado por fanáticos de la historia del arte debido a que aquí se encuentran la cas ay el célebre jardín de Claude Monet, los cuales se encuentran abiertos al público. La casita de color rosa pastel y el jardín que parece un cuadro impresionista, con sauces llorones, flores de todos los colores y el famoso puente de estilo japonés son tan sólo algunas de las razones para ir a conocer este mágico rincón de Francia.
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