La reinvención del hotel de lujo: un servicio de 5 estrellas accesible para todos

Un nuevo alojamiento de Nueva York abrió para revolucionar la experiencia hotelera. Ofrece todas las amenities y sofisticaciones de un establecimiento de alta gama, pero a un precio adaptado al viajero con presupuesto acotado

Guardar

El magnate hotelero de 70 años Ian Schrager está dispuesto a cambiar la experiencia hotelera y a competir cabeza a cabeza con Airbnb. Con la ayuda de una arquitectura eficiente y sofisticada, el aporte tecnológico necesario para realzar la estadía del huésped y mucho ingenio, Schrager abrió su último hotel: Public. Emplazado en el vibrante Lower East Side neoyorquino, este alojamiento ofrece un servicio de 5 estrellas para el viajero con presupuesto acotado, y prueba que es posible alojarse con lujos por un precio accesible.

Los angloparlantes llamarían a este fenómeno "game changer". Básicamente, un punto de inflexión en la industria hotelera, que llegó para revolucionar y reinventar la experiencia, para acercar el lujo a las personas que no podrían de otra manera acceder a él. Esta apuesta requirió la inversión de 300 millones de dólares, pero el tiempo le dirá que valió la pena.

Night views at #publichotels #goingpublic #luxuryforall

Una publicación compartida de PUBLIC Hotels (@publichotels) el

Public es el hotel de lujo del futuro. Este alojamiento de Manhattan tiene 370 habitaciones y es un experimento de primera línea. Un hotel de 5 estrellas para el viajero con un presupuesto de 2 estrellas. ¿Cuál es el precio del cuarto más económico por noche? Unos 200 dólares aproximadamente.

"El lujo para mí es un estado mental", Schrager explicó al medio Co.Design. "Es cómo te hace sentir. Es algo muy moderno poder obtener un producto mucho más barato que no esté bajado de nivel o simplificado, sino que está editado y focalizado en las cosas que a las personas realmente les importan y les gustan, y que se deshaga de esas nociones de lujo que a mis padres y a mí nos gustaban".

Se propuso entonces crear un hotel con un concepto de lujo accesible. Para eso, tuvo que repensar cada detalle de la experiencia hotelera, desde el check-in hasta el mobiliario de las habitaciones; desde el servicio de habitación hasta el staff. Tuvo que priorizar y deshacerse de ciertos elementos. Y el resultado fue increíble.

El edificio donde se erige Public fue diseñado por los ganadores del Pritzker Herzog & de Meuron, que conocen Nueva York, y saben muy bien cómo optimizar el tiempo y los recursos para adaptarse a la burocracia del desarrollo y la construcción al que implica someterse la Gran Manzana. El edificio fue realizado con materiales accesibles y robustos, y el diseño es de primera categoría.

Los espacios sociales del hotel, desde el bar del techo, el del lobby y el restaurante con el famoso chef Jean-Georges, están decorados con estilo, con piezas modernas y de alta gama que se espera ver en los hoteles neoyorquinos que cobran por lo menos 1000 dólares la noche. "Visualmente, este lugar es tan sofisticado como cualquier hotel sofisticado y muy, muy caro", aseguró Schrager.

Como el proyecto se construyó de cero, la habitación se pudo pensar para realzar su eficiencia. Los cuartos son compactos pero para nada claustrofóbicos. Una cama, luces para leer incorporadas, armario y una tele. Y claro, un ventanal desde el cielorraso hasta el piso que agranda el ambiente.

El staff es reducido. 50 personas trabajan full time en el hotel y el resto está tercerizado, como los servicios de laundry. Todos los empleados están entrenados para satisfacer cualquier necesidad o requerimiento de los clientes, creando un ambiente más informal, sin botones ni conserjes. El check-in se hace con tablets o hasta a distancia y se abre la puerta con una llave virtual -también están disponibles las tarjetas tradicionales-.

En definitiva, Public se perfila como el modelo de hotel del futuro: tecnológico, eficiente y con un nivel de lujo accesible.

LEA MÁS:

Guardar