El Paseo de la Infanta se convirtió en el nuevo polo gastronómico de Buenos Aires. Con una ubicación estratégica en pleno Palermo -delimitado por las avenidas Libertador, Intendente Bullrich y Dorrego-, rodeado de verde y lagos, es furor en la noche porteña. Y entre los ladrillos rojos y el repiqueteo del tren Mitre se erige Rock & Ribs, el primer smokehouse de Argentina que replica el espíritu del auténtico grill sureño estadounidense.
No se trata simplemente de un restaurante. El arte, la música y los sabores crean una simbiosis perfecta que transporta al comensal a otro lugar. Es un deleite de todos los sentidos. Como delata su nombre, el rock es parte de su alma. Está en todo momento y en todos sus estilos, tanto en inglés como en español. Con una decoración retro y con el ojo puesto en los detalles, los socios Javier Camino, Filu Klein y Christian Klein -curiosamente no están emparentados, a pesar del apellido- saben cómo dejar su impronta.
"El proyecto inicial fue armar el primer smokehouse de Argentina. La idea fue recrear tanto en la comida como en la decoración el espíritu de un verdadero grill sureño americano del más alto nivel, con mucho rock y mucha onda", contó Filu en diálogo con Infobae. "Tomamos como punto de partida un ahumador, el más grande de Sudamérica".
El ahumador es la verdadera "bestia" de Rock & Ribs. Tiene una capacidad de producción de 1.700 kg de carne en simultáneo y funciona como si fuese un gran horno de humo y calor alimentado por quebracho, espinillo "y un par de especies más que forman parte de nuestro secreto culinario", afirmó con aires de misterio. Y quién lo culpa. Pesa 2,5 toneladas y mide 2,40 metros de ancho.
¿Y cómo lo consiguieron? En realidad, lo mandaron a hacer: "La historia de cómo lo conseguimos es pintoresca. Recibimos data a través de un chef amigo que había un americano en las afueras de Buenos Aires recién llegado a la Argentina que era experto en el arte de la fabricación de estos gigantes de la cocina mundial. Entonces junto a mi socio Javier Camino nos contactamos con él, quien resultó ser un ingeniero que trabajó para Porsche y además fabricaba los chasis de algunos autos que corrían en Daytona, la mítica pista Estadounidense".
Filu Klein se interesó en la comida estadounidense después de trabajar como cocinero en varios restaurantes de Europa y Medio Oriente. Comenzó a investigar sobre sus comidas autóctonas y descubrió un mundo increíble lleno de historia y colores. "La comida sureña es increíble. Es muy rica, simple y llena de sabores, producto de todas las influencias de diversos países".
La oferta de la carta es impecable, pero las estrellas principales y protagonistas indiscutibles son sin dudas las ribs. "Con 8 horas de cocción, utilizamos un corte de cerdo distinto a la competencia, con mucha más carne", aseguraron los socios. "Los americanos lo llaman St. Louis cut. Las acompañamos con papas fritas y coleslaw". Además, destaca, el Pulled Pork, un sándwich de cerdo desmenuzado con BBQ sauce de la casa, Ojo de bife ahumado, y una excelente cheeseburger con pan casero, que son las opciones más elegidas por sus clientes.
Por supuesto, también ofrecen una variedad interesante de ensaladas y platos light como la veggie burger -riquísima combinación de lentejas y avena con chutney de manzana-, bagel de salmón ahumado y varios platos a base de pollo.
Cuando uno entra a Rock & Ribs, lo que primero capta la atención son "tres chanchos voladores" realizados en madera que se encuentran colgados del techo con unas simpáticas alas. "Un día nos acercamos a un campo y ahí los vimos tirados en el pasto, sucios y desgastados . Cuando preguntamos nos contaron que habían sido un regalo de la primera fábrica de carruseles de Rosario fabricados por los hermanos Sequalino, y habían pertenecido a una de las primeras calesitas que se construyeron en el país, las cuales no tenían autitos o helicópteros sino animales de campo y carretas".
Como describen sus dueños, el lugar es muy amigable y relajado, y permite disfrutar una comida con amigos o familia, además de excelentes tragos tradicionales y de autor. "Nuestro público comprende todas las edades. Es gente con buena onda y ganas de disfrutar de un paisaje único en Buenos Aires con vista a los lagos de Palermo".
Al ser un lugar con una estética muy especial y diferente, recibieron a destacadas personalidades del espectáculo, la política, la moda y el deporte. Ricardo Darín, Adrián Suar, Maureene Dinar, Luli Fernández, Lucía Celasco, Pico Mónaco, Benjamín Rojas, y muchos más.
Rock & Ribs es un lugar que invita a ir y quedarse, pero sobre todo a volver.
Dirección: Rock and Ribs, Avenida del Libertador 3883 Arco 12
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