La generación de los Millennials viene marcando el ritmo del universo moderno, y sus gustos y preferencias marcan tendencia también en los viajes y en las ciudades del mundo. Sus deseos de independencia, flexibilidad, posibilidad de escalar posiciones, colaboración, apertura, buenos sueldos, oportunidades para viajar y conocer gente y de contar con un ambiente laboral divertido, van cuajando con el perfil de distintas ciudades que parecen preparadas especialmente para ellos.
Wellington, la capital de Nueva Zelanda, en el extremo sur de la isla norte, es una de las diez ciudades preferidas por los Millennials. Y no resulta extraño porque ella reúne ese ambiente relajado, mitad ciudad, mitad pueblo, pero a la vez está ampliamente conectada, y naturalmente privilegiada. Cuáles son sus atracciones más populares que no pueden no visitarse.
Mount Victoria
Se trata del escenario donde se filmaron varias escenas de "El Señor de los Anillos". Se puede armar un plan de un par de horas de paseo, para hacerlo tranquilo y sin apuro. Los senderos son muy lindos y el premio es el mirador de la cima. Es completamente gratis y muy seguro. Se puede llegar hasta caminando, desde el mismo centro de la ciudad. Desde la cima la vista es increíble y se pueden ver todos los puntos de Wellington, las costas, el museo, el aeropuerto, todos los suburbios. Es ideal para subir en un día soleado porque los colores se ven maravillosos.
Oriental Bay
Ésta es otra de las razones por las que los Millennials eligen Wellington. Oriental Bay invita con sus arenas limpias y vistas espectaculares. La playa es más bien pequeña -hay una zona con arena al lado del mar donde se puede tomar sol- por lo que una estadía corta parece ser la mejor opción. Es sin dudas un lugar muy agradable para caminar o trotar una tarde de sol. Aprovechar la parada para recorrer el puerto y sus atracciones pueden completar un perfecto día de relax. Al ser una bahía casi no hay viento.
Wellington Cable Car y Jardín Botánico
Si el día es claro la experiencia del viaje es buenísima. Hay vistas impresionantes y el camino del funicular tiene un par de túneles con excelente iluminación. El vagón en sí mismo es muy bonito, el viaje es breve pero muy interesante, en especial para familias con chicos. Una vez en la cima, lo ideal es pasear sin apuro por los jardines o llegar hasta el Observatorio, que también vale la pena. Se pueden tomar excelentes fotografías y el paseo nunca está desbordado de gente, algo que es como una característica común a todo lo que ocurre en Wellington: todo tranquilo, sin locuras, impecablemente mantenido y con la idea de dar un buen servicio.
Interislander Ferry
Nueva Zelanda es un archipiélago que cuenta con dos islas principales: la isla norte y la isla sur. Wellington, la capital, está en la isla norte y ambas se pueden conectar con un servicio de ferry que va y viene desde Picton. El viaje comienza entre fiordos espectaculares que se aprecian mejor, naturalmente, desde la cubierta superior, al aire libre. Esta bueno llevarse un abrigo extra porque después de ese inicio entre las rocas se entra en mar abierto, el estrecho de Cook. El viaje dura unas tres horas pero el tiempo vuela entre las vistas que uno quiere atesorar y los entretenimientos del propio ferry.
Edificio del Parlamento
Si uno aprovecha la visita guiada, hasta es posible que se cruce con el Primer Ministro, y no sería raro que hasta pudiera saludarlo. La visita al Parlamento permite entender por qué algunos países funcionan y otros no. La visita con un guía dura aproximadamente una hora con el relato de la historia del país y su forma de gobierno. El edificio en sí mismo es un hallazgo: un gran hemiciclo como si fuera un panal de abejas.
Distrito Cuba Street
Éste es el lugar para tomar algo, sentarse en un café a charlar con amigos, comer en los muchísimos restaurantes que hay, no solo en la calle Cuba sino en los callejones aledaños, curiosear en las tiendas vintage que venden ropa usada en muy buenas condiciones y a excelentes precios o intentar encontrar el lugar que mejor hace el latte o flat white. Un día a la semana, además, se agregan unos puestos de comida, muy buenos, en donde hay gran variedad gastronómica para elegir.
Northern Explorer Train
Se trata de un recorrido espectacular que une las dos ciudades principales del país (Wellington y Auckland) atravesando de un lado a otro la isla Norte. El viaje permite, por un precio especial, reservarse escalas e ir bajando en lugares elegidos en los que uno tenga interés. En ese sentido es muy recomendable el National Park y allí hacer el Tongariro Alpine Crossing, una experiencia deportiva espectacular. Para hacer estas paradas y luego seguir viaje hay que tener en cuenta que el tren no anda todos los días con lo cual es buena idea chequear las frecuencias. En el Parque Nacional tranquilamente se pueden pasar dos días si uno hace actividad deportiva de montaña.
Wellington Zoo
Por la diversidad de animales y lo agradable del entorno, es una actividad muy entretenida para los visitantes y también para los propios habitantes de Wellington. El zoo es infaltable para los chicos y es otra estampa típica del país: tan limpio que podría comerse en el piso. Ubicado en plena ciudad, tiene un entorno natural que lo favorece. La variedad de animales es sin dudas el gran atractivo del zoo: monos y aves, suricatas, osos, pandas, leones, jirafas, tigres, canguros (libres, sin rejas ni nada que los separe de la gente).
Wellington City Library
Nueva Zelanda (junto a Australia) se ha ubicado entre los países más elegidos por latinoamericanos (y especialmente argentinos) para ir a estudiar inglés, y la Wellington Library es definitivamente una aliada. Hay libros para practicar, sesiones de audio, wifi, sillas comodísimas, un coffee store espectacular y la inscripción es gratuita. Además hay exhibiciones de fotografía y diseño muy interesantes y hasta se puede acceder a material para planear el viaje por el país. Es muy ordenada, limpia y el personal es excepcionalmente amable. Para registrarse no se necesita ser residente.