Nueva Orleans: la capital mundial del Blues resurge tras el huracán Katrina

Encanto francés y mucho ritmo son parte de su espíritu. Cuáles son los mayores atractivos de esta inolvidable y nostálgica ciudad del sur de Estados Unidos

Guardar

Nuevo

A Nueva Orleans se la conoce como “The Crescent City” (Shutterstock)
A Nueva Orleans se la conoce como “The Crescent City” (Shutterstock)

Nueva Orleans es una ciudad diferente a cualquier otra ciudad estadounidense. Por empezar, cuando todas duermen, ésta sigue despierta, Su ascendencia francesa y española le dan un encanto especial e inigualable. Nueva Orleans es un enorme delta apenas por debajo del nivel del mar, lo que obligó a la construcción de una serie de esclusas que permiten la formación del enorme Lago Pontchartrain.

NOLA, como se apoda a la ciudad, tiene la forma de una enorme media luna, y por eso se la conoce como "The Crescent City". Luego de ser azotada por el terrible huracán Katrina, renació de sus cenizas, renovada, pero sin perder el encanto europeo y particularmente francés que la transforma en una especie de joya única.

Jackson Square

Jackson Square es una visita obligada en esta ciudad (Shutterstock)
Jackson Square es una visita obligada en esta ciudad (Shutterstock)

Es una visita obligada en esta ciudad. Allí se comen cosas típicas y deliciosas, se disfruta del arte, de sus costumbres y su gente, que es fenomenal. Es un paseo lleno de historia y arquitectura. Este lugar es una prueba de la herencia franco hispana de la ciudad. Los jardines y la plaza están bien mantenidos, y hay un despliegue notable de restaurantes y cafés. Es muy seguro para caminar y existe la opción de pasear en una carreta tirada por caballos que se encuentra en la misma entrada de la plaza.

Hay cantantes de jazz, gitanos que venden creaciones artísticas, y comerciantes de pinturas y esculturas. La arquitectura propia de la ciudad se aprecia en los detalles del exterior de la iglesia. Es el centro del arte en Nueva Orleans, todos los artistas que rondan Jackson Square muestran diferentes obras de arte con estilos muy diversos, siempre con el distintivo colorido y mezcla de elementos que caracterizan a NOLA.

Calle de los Franceses

Frenchmen Street se ha convertido en el punto clave de la noche (Shutterstock)
Frenchmen Street se ha convertido en el punto clave de la noche (Shutterstock)

Aquí se encuentra de todo, desde negocios y restaurantes hasta gente cantando sola. Aquí asoma el Preservation Hall y varias tiendas relacionadas con el vudú. Se trata de un barrio francés típico. Aquí se lleva a cabo la mayor concentración del célebre Mardi Gras. Frenchmen Street se ha convertido en el punto clave de la noche, con música, restaurantes, bares y ferias hacen de la calle un must de la noche de la ciudad. La calle ofrece muchas opciones de cafés con música en vivo.

Preservation Hall

Visitar Preservation Hall para escuchar un poco de jazz es un “must” en la ciudad (Shutterstock)
Visitar Preservation Hall para escuchar un poco de jazz es un “must” en la ciudad (Shutterstock)

Es el mejor espectáculo de Nueva Orleans. Visitar Preservation Hall para escuchar un poco de jazz es un "must" en la ciudad en donde la música es parte del espíritu local. Se trata de una enorme experiencia que hay que vivir. Por lo demás, el lugar es muy pintoresco y los conciertos están preparados para una hora de duración. Cuando uno imagina cómo eran los clubes de jazz en el viejo French Quarter y el distrito de Storyville, tiene que pensar en lo que es hoy el Preservation Hall. Músicos que tocan con la amplificación natural de sus instrumentos y voces sin micrófonos.

Catedral de Saint Louis

Aquí se pueden sacar muy buenas fotos de día y de noche y todo el entorno es muy descontracturado (Shutterstock)
Aquí se pueden sacar muy buenas fotos de día y de noche y todo el entorno es muy descontracturado (Shutterstock)

Ésta es una hermosa catedral, digna de visitar. Tiene una muy linda santería con una arquitectura notable. Es un edificio de construcción sencilla, muy bien mantenida, muy iluminada y lindos vitreaux. Está en el centro del barrio francés, con una plaza típica. Se pueden sacar muy buenas fotos de día y de noche y todo el entorno es muy descontracturado. Vale la pena el recorrido por la zona, y de paso comer unos beignets en Cafe Du Monde mientras se la observa. En su interior cuenta con estatuas de Juana de Arco y San Luis y su biblia.

Barrio Francés

Para recorrer el Barrio Francés hay que empezar caminando desde el Boulevard Esplanade (Shutterstock)
Para recorrer el Barrio Francés hay que empezar caminando desde el Boulevard Esplanade (Shutterstock)

Es la esencia de esta ciudad. Está hecho para ser caminado, tanto de día como de noche. La música es continua y variada en estilos. Es la visita obligatoria en NOLA, sobre todo en la Bourbon Street donde siempre hay algarabía. Sorprende el ambiente carnavalesco. Para recorrer el Barrio Francés o French Quarter hay que empezar caminando desde el Boulevard Esplanade por Royal Street. Allí uno encuentra cientos de galerías de arte y músicos callejeros a lo largo de algo más de un kilómetro.

El regreso recomendado es por Bourbon, donde llegan de todas partes del mundo personas con muchas ganas de divertirse, bailar y escuchar a las bandas distribuidas en la zona. La arquitectura es un tema aparte en este barrio, donde la influencia primero española y luego francesa dicen presente. Divertido y lindo, para algunos; un poco pasado de tono para otros. Lo destacable de esta ciudad, a diferencia de varias ciudades de Estados Unidos, es que hay varios lugares que mantienen la historia viva.

Tranvías

El pase diario cuesta tres dólares y eso da derecho a subir y bajar cuantas veces uno quiera (Shutterstock)
El pase diario cuesta tres dólares y eso da derecho a subir y bajar cuantas veces uno quiera (Shutterstock)

Estos tranvías históricos tienen buena frecuencia, y con ellos es posible recorrer gran parte de la ciudad. Van despacio, no son baratos, pero se puede aprovechar el pase de todo el día. Hay que tomarse su tiempo y subirse y recorrer con tranquilidad para disfrutar de St. Charles Street, con sus casas maravillosa sus parques y la Universidad de Tulane. Los coches son una joya antigua. El pase diario cuesta tres dólares y eso da derecho a subir y bajar cuantas veces uno quiera según sea las partes de la ciudad que quiera ver en más detalle. La gente y los choferes son muy amables y serviciales. Siempre están listos para ayudar. Es para muchos la manera más atractiva de conocer NOLA porque sumerge al turista en el clima local como ningún otro medio de transporte.

Guardar

Nuevo