Muchas de las frutas y verduras que protagonizan las recetas y preparaciones que se ingieren a diario son incorporadas en la infancia y luego consumidas casi por inercia. Sin pensar si son un tubérculo, una fruta, una verdura, si nace del suelo o cuelga de un árbol, las personas comen sin pensar. Es así que, al ver su estética, su composición y su anatomía desde muy cerca, puede resultar difícil reconocerlas. Y es aún peor si directamente no es una fruta o verdura consumida asiduamente. ¿Te considerás un experto?