La llegada del invierno, de los días fríos, generan una revolución en la cocina. Aparecen los platos con mayor índice calórico, comidas calientes, y desaparecen las "preparaciones livianitas".
La nutricionista Denise Ferrero dialogó con Infobae con respecto a la alimentación en invierno y aseguró que este cambio responde a "aumentar la temperatura corporal que en casos de frío extremo, disminuye".
La licenciada Micaela Cusato, del departamento de alimentación y dietética del Hospital de Clínicas, explicó que "se cree que el deseo hacia alimentos calóricos se debe a un comportamiento propio de la memoria genética, de épocas antiguas, donde era necesario mantener el calor propio del cuerpo a través de la comida. Otra teoría que sostiene que las pocas horas de luz y los días más cortos inciden en el estado de ánimo de las personas".
Sea la razón que sea, el cambio es evidente y los nuevos platos no siempre son los más saludables.
Para la especialista "resulta fundamental poder cumplir con la recomendación diaria de líquidos", ya que es uno de los errores más comunes. "En invierno el consumo se ve disminuido. Si cuesta tomar agua sola, se pueden incorporar bebidas naturales con sabores durante el día para cumplir con la hidratación, caldos de verduras, sopas y jugos de compota".
Otro de los hábitos que varían entre temporadas es el consumo de frutas y hortalizas. Muchas personas dejan de sumarlas a su dieta debido a que dan frío. "Otro factor importante es el consumo de frutas y verduras que en invierno disminuye mucho y se suelen cambiar por alimentos calóricos como pastas, galletitas, chocolates", dijo.
Sin embargo, existen otras manera de abordar la alimentación sin dejarlas de lado. "Es un buen momento para prender el horno, hay varias preparaciones con vegetales que dan sensación de saciedad".
"El soufflé es buen aliado, ya que se se pueden mezclar las verduras que más gusten con huevo y condimentos y usarlo como guarnición o plato principal".
"Los vegetales rellenos también logran que con una porción se tenga un gran aporte de fibra y vitaminas como calabazas rellenas con choclo y queso, zapallitos rellenos con carne, morrones rellenos con vegetales salteados y huevos poché".
Otra manera de mantener las verduras es a través del puré, sopas de verdura (da saciedad y favorece el consumo de líquidos), sopas licuadas, guisos de vegetales o fideos salteados con verduras. "Todas estas preparaciones dan saciedad y ayudan a aumentar la temperatura para cuidarnos del frío", sumó.
"En cuanto a las frutas hay muchas recetas ricas y fáciles para lograr continuar con un consumo adecuado como compotas, manzanas al horno con miel, peras al vino (el cual al hervirse pierde el alcohol), frutas en almíbar", finalizó.
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