Las últimas cifras globales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) devienen en una realidad preocupante para Argentina, ya que es el país que posee el índice más alto de obesidad (un escalofriante 26.7) entre sus pares latinoamericanos. Es sabido, el exceso de peso es el principio de muchas enfermedades, por lo que la necesidad de revertir la situación es fundamental para la salud de la población. El ejemplo para un cambio drástico es Japón.
Con solo el 3,5 por ciento de adultos obesos, el país asiático es la mejor ubicada de todas las grandes naciones. Está ubicado en el puesto 30, entre Mozambique, Somalía, Rwanda Gambia, Angola y demás países subdesarrollados, predominantemente de África, donde existen altos niveles de pobreza y hambruna.
Comenzado el Siglo XXI, se puso en marcha el programa Salud Japon 21, que consiste en un paquete de medidas gubernamentales que, tal como se vislumbra en la actualidad, dieron excelentes resultados. La fórmula nació de la incentiva y decisión política.
La serie campañas incluye dos normas esenciales. En primer lugar, la ley Shuku Iku, de carácter informativo y orientada a la población infantil. Sancionada en 2005, estableció que los estudiantes reciban información sobre la cadena alimentaria, la procedencia y la producción de los alimentos. Especialistas deben además instruirlos. La nutrición es una materia más.
De acuerdo a la regla, las instituciones educativas deben presentar menús saludables para los alumnos. También fomenta una cultura social alrededor de la comida: los niños ayudan a preparar y a repartir la comida en el colegio, cada día a la hora de comer transforman la clase en una suerte de restaurante, ayudan a poner la mesa, se sirven unos a otros y comen juntos en la clase.
Desde 2008, la ley Metabo obliga a las empresas a medir la cintura de los empleados mayores de 40 años. El número no puede superar los 85 centímetros para los hombres y 89,9 cm para las mujeres. Las compañías deben reportar a aquellos que no cumplan con lo establecido.
Las personas con sobrepeso tienen hasta 3 meses para bajar los kilos de más y si no lo logran, el Estado puede ordenar que asistan a sesiones de terapia obligatorias. Por la norma, las clínicas de adelgazamiento se volvieron muy populares y también costosas.
Se apunta a concientizar a la población a no sobrepasar los parámetros limites que indica la OMS: la circunferencia máxima para los hombres es de 94, mientras que para las mujeres es de 80. Por ende, se promueve el uso de la bicicleta para acudir a lugar de trabajo. Y algunas empresas le disponen a sus empleados pausas en el horario laboral para que se ejerciten.
La dieta es el otro punto fuerte. Rica en vegetales, pescados y frutas, no solo favorece el control del peso, sino que por el contenido mayormente saludable previene enfermedades cardiovasculares y cerebrales. Y es por ello que los nipones tienen una expectativa más alta de vida, un promedio superior a la media del resto, tal cual lo señala un estudio de largo alcance, a cargo del Centro de Salud Pública de Japón.
Publicada en la revista The BMJ, la investigación detalla que la longevidad de los habitantes está relacionada directamente con los componentes del menú. Los científicos estudiaron los comportamientos alimenticios de 79.594 personas durante 15 años y llegaron a la conclusión de que los individuos que comían siguiendo el régimen nipón de manera más estricta tenían una esperanza de vida un 15 por ciento superior a la de los demás.
Los alimentos que más se repitieron fueron arroz, la leche de vaca, el tofu, filete de ternera, las mandarinas. Los consumos frescos, las porciones pequeñas, una baja cantidad de azúcar y la poca comida "chatarra" definen a la dieta y contribuyen al buen estado de salud.
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