Son muchos los factores que inciden en el comienzo de una dieta. Así sea para bajar o mantener el peso, no todo depende de la comida, aún cuando esta tiene un rol indiscutido en el éxito o no de todo plan saludable. Sucede que el descanso, la actividad física y las actitudes frente a determinados pensamientos también toman un rol protagónico, casi tan importante como el que adquieren los alimentos.
"Estamos en un nivel de sobrepeso en la región, tanto Argentina como Sudamérica, que ronda el 60% de la población. La información cada vez es mayor respecto a los daños que provoca la obesidad a nivel metabólico y también en la autoestima y mecánica", afirmó a Infobae Máximo Ravenna, médico especialista en nutrición.
"Curiosamente estamos en una época en donde ser gordo no es una novedad. Cada vez son menos los ambientes que discriminan porque cada vez hay más conciencia social. Y cada vez hay más gordos. Siempre se habla de un entorno obesogénico o de todos los factores que a una persona lo rodean (industria alimentaria, sedentarismo, estrés) como los grandes culpables del sobrepeso. Todo lo mencionado produce gordos, pero no hay peor productor de gordos, que otro gordo", sentenció Ravenna.
Para el médico, "el efecto visual contaminante de que una persona al dar vuelta su cabeza ve a mucha gente de su propio entorno o de su vida que está con un sobrepeso que no tenía hace un tiempo, permite que exista una especie de sobreadaptación a este estado físico".
Ravenna sostuvo que llegado este punto, prevalecen técnicas de disimulo: "La camisa fuera del pantalón o las túnicas en las mujeres son solo parte de muchas demostraciones que implican que una persona tiró la toalla y que, por ahora, no piensa ocuparse de esto".
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