Hidratarse es la clave. En el verano, en los días de calor, es indispensable recuperar las sales minerales que se pierden en la sudoración. Por eso la hidratación, que junto a la alimentación saludable y las actividades físicas conforman factores fundamentales para mejorar la calidad de vida, es primordial. El agua no es la única bebida que supone estos beneficios: los lácteos también cumplen un rol preponderante para tales efectos.
La evidencia científica sustenta el uso de la leche como líquido de rehidratación, consumo de recuperación posterior a una rutina de exigencias físicas. Es, primeramente, uno de los pilares de la dieta por su riqueza y variedad de elementos nutritivos, tanto energéticos (hidratos de carbono) como estructurales (proteínas) y una alta concentración de minerales y vitaminas. La leche es una bebida necesaria en todas las etapas de la vida, fundamentalmente en épocas de desarrollo y en distintas situaciones biológicas como el embarazo, la lactancia y el envejecimiento.
La doctora Carola Jáuregui, miembro del departamento de información nutricional (DIN), elaboró un plan para que la leche se incorpore a la dieta diaria en épocas estivales. "Por sus características y sabor, en esta época del año se puede consumir fría, con chocolate, con frutas, con cereales, en batidos o licuados. Así, se convierte en una buena opción para refrescarse y mantenerse saludable en estos días de calor. Además, la leche genera mayor saciedad y alimenta al mismo tiempo", especificó la especialista, quien aconsejó incluirla en el desayuno por su fuerte contenido energético.
La profesional también apuntó la importancia de consumirla en la infancia y la adolescencia, cuando urge el aporte de calorías, proteínas, vitaminas y sales minerales que aporta la leche. "Un nutriente importante es la lactosa, hidrato de carbono responsable de proporcionar el sabor y de brindar el 25% de la energía total del alimento. Brinda saciedad, favorece la absorción de calcio y otros minerales", agregó la doctora Carola Jáuregui.
Las versiones saborizadas, listas para el consumo y que pueden conseguirse en el mercado, conformar una opción práctica para refrescarse y alimentarse al mismo tiempo. Se ofrecen en todo tipo de variables: libres de gluten, fortificadas y reducidas en lactosa, lo que que hace más fácil su digestión y expande su alcance. La leche, en el verano y en cada etapa de la vida, es una bebida fundamental para optimizar la calidad de vida de las personas.
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