Es la fruta de moda. La pitaya, asiática y exótica, es conocida como la Fruta del Dragón por su forma similar a la bocanada de fuego que larga este ser mitológico. Quizá el atractivo se encuentre en su color: un rosa intenso que permite descubrir, en su interior, unas minúsculas semillas dentro de una carne blanca y jugosa que la asemejan al kiwi.
Si bien no es sencilla de conseguir -y quizá eso la hace aún más atractiva- es uno de los sabores más pedidos en los paradores de la Costa Atlántica y uruguayos. El boom nació en los países de Centroamérica, donde más se consume esta fruta, que a partir del inicio de esta temporada estival fue tomando notoriedad en el sur de América. Pero, ¿cómo se come? ¿En qué momento del día?
La nutricionista Denise Ferrero le aseguró a Infobae que "se puede comer cruda, es la forma más rica de sentir su sabor dulce y fresco. Otra forma es abrir la fruta y sacarle el interior con una cuchara y solo consumirla así".
Al igual que muchas frutas es ideal para utilizarla dentro de alguna guarnición o postre, aunque siempre se recomienda ingerirla en el desayuno. También como protagonista de un batido o smoothie. El truco para exprimir al máximo su sabor es acompañarla con un jugo de limón y combinarla con otras frutas tropicales como la sandía, el mango o la papaya. Es perfecta para preparar una buena ensalada de frutas.
"Es una fruta rica en vitamina C, la cual también contiene del grupo de las B. Además, es nutritiva y aporta minerales como calcio, fósforo, hierro, y tiene alto contenido en agua y posee proteína vegetal y fibra soluble. Las semillas, que son comestibles, contienen ácidos grasos beneficiosos", agregó Ferrero.
La fruta del dragón es una buena fuente de fibra, con cerca de 1 gramo de fibra por cada 100 gramos de fruta fresca, que se elevan cuando la fruta se presenta seca y proporciona un 4% del valor diario de fibra dietética.
Beneficios y usos medicinales de la pitaya
– Retrasa el envejecimiento celular.
– Refuerza el sistema inmunológico.
– Estimula la producción de glóbulos blancos, rojos y plaquetas.
– Mejora el tránsito intestinal.
– Reduce el riesgo de padecer problemas cardíacos.
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