Perder peso es la obsesión de muchos. Cada tanto, el surgimiento de una enorme cantidad y variedad de dietas sirvió como aliciente esperanzador al momento de su aparición para aquellos que apuestan a suprimir algunos kilos. En cada lista de las recomendaciones nutricionales se remarca como esencial al desayuno, comida en la que podría estar el secreto para adelgazar.
Es sabido popularmente que la primera ingesta diaria es la más importante del día. También es el punto de partida para emplear una rutina alimenticia saludable, siguiendo los consejos de los expertos. Aunque suene paradójico, para quieres deseen bajar de peso la solución se halla en consumir más, pero mejor, además de controlar el tiempo.
No saltear la primera comida
Amparados en el rápido ritmo de vida de las grandes ciudades, muchas personas consideran que van a perder peso al no desayunar porque están reduciendo el número de calorías diarias. Sin embargo, esta decisión provoca que se coma más en el resto de comidas del día. En un momento de apuro, la nutricionista Rocío Río de la Loza recomienda "un licuado que contenga proteína, como el que incluye leche de coco, plátano, aguacate y quinoa inflada para tomarlo en el camino".
Esperar una hora tras despertarse
A diferencia de lo que erróneamente se piensa no es adecuado ni recomendable comer inmediatamente después de levantarse. En este sentido, las recomendaciones de los especialistas es retrasar la hora del desayuno hasta una hora después de despertarse, una práctica que contribuye a controlar los niveles de glucemia, normalmente bajos tras el periodo de dormir.
La importancia de incluir huevos
Un estudio del Centro de Investigación Biomédica Pennington en Louisiana (EEUU), que concluyó que el desayuno a base de huevo aumenta la pérdida de peso cuando se combina con dieta. El alimento contiene niveles bajos de grelina, una hormona que estimula el apetito. Eso sí, los especialistas advierten que se evite freírlos como método de cocción: se debe hervir o cocer con el mínimo de carbohidratos.
No olvidar las fibras
La fibra es fundamental para controlar la saciedad de hambre. El pan o cereales, siempre preferentemente integrales. Son una excelente fuente de carbohidratos que aportan energía y proporcionan al cuerpo vitaminas y minerales. Además favorecen el buen funcionamiento intestinal e influye favorablemente en los niveles de colesterol sanguíneo.
La recomendación de la Organización de la Salud es consumir 25 gramos de fibra al día. Existe otra alternativa a los alimentos integrales, ideales también para quienes lleven adelante una dieta más rigurosa: la fruta. Cocos, frambuesas, manzanas, aguacates, plátanos o peras pueden ser buenas opciones.
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