Uno de los mayores temores de los padres en relación al crecimiento de sus hijos es el desarrollo de algún tipo de alergia y, sobre todo, de alergias alimenticias. La mayoría se producen en la infancia temprana y se mantienen durante la adultez, pudiendo amenzar gravemente la vida sólo con un descuido.
La alergia al maní es, en este sentido, una de las más peligrosas y más difundidas en todo el mundo. Por este motivo, Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos (NIAID, por sus siglas en inglés) investigó a fondo la cuestión y los métodos posibles para evitarla.
El resultado del estudio conocido como LEAP (por su nombre en inglés "Learning Early About Peanut Allergy") fue claro: la mayoría de los bebés deberían comenzar a comer alimentos que contienen maní mucho antes de cumplir el primer año de vida para prevenir la peligrosa alergia a esa comida.
"El estudio LEAP mostró claramente que la introducción del maní en una etápa temprana de la vida redujo significativamente el riesgo de desarrollar alergia a ese alimento a los 5 años. La magnitud del beneficio y la fuerza científica del estudio plantearon la necesidad de operacionalizar estos hallazgos desarrollando recomendaciones clínicas enfocadas en la prevención de esta alergia", dijo Daniel Rotrosen, director de la División de Alergia, Inmunología y Trasplante del NIAID.
Las nuevas normas del Institutos Nacional de Salud de Estados Unidos se basan en investigaciones según las cuales la exposición temprana al alimento reduce drásticamente las probabilidades de que el bebé adquiera la alergia en su infancia o adultez.
Las recomendaciones expresan exactamente cómo suministrar alimentos basados en maní y cuándo hacerlo, en algunos casos entre los cuatro y seis meses de vida, de acuerdo con si el riesgo de contraer la alergia es alto, moderado o bajo.
"Esperamos prevenir una gran cantidad de casos de alergia al maní con esto", dijo el doctor Matthew Greenhawt, del Colegio Estadounidense de Alergia, Asma e Inmunología, miembro del panel del NIH que elaboró las normas.
Los bebés de alto riesgo, que padecen una forma grave de eccema cutáneo o manifiestan una alergia al huevo, deben ser examinados antes de ingerir maní y deberían saborearlo por primera vez bajo supervisión médica.
En el caso de otros niños, los padres deberían empezar a introducir alimentos con maní en la dieta después de hacerlo normalmete con otros alimentos, teniendo los cuidados del caso. Si bien, lógicamente, no se le puede dar al bebé un maní entero o una cucharada de mantequilla de maní, porque corre el riesgo de ahogarse, las recomendaciones incluyen opciones como diluir la mantequilla e incorporarla en la leche y otros snacks.
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