La cena de fin de año es uno de los momentos más emotivos que una persona pueda atravesar, allí se aparecen las emociones fuertes, los balances y, claro, mucha comida. El principal conflicto con la alimentación en esta noche es que los cambios comienzan durante todo diciembre, con las reuniones laborales, sociales y la cena de Nochebuena y el almuerzo de Navidad. Entonces, el cuerpo atraviesa muchos cambios de hábito y se sufre por el peso.
"Generalmente, en las fiestas la gente suele subir de peso. En primer lugar porque ya viene de reuniones de despedida del año laborales y de amigos y viene acumulando calorías vacías -esas que le damos al cuerpo y que no tienen calidad nutricional- tales como alcohol, dulces y frituras, entre otras. Ademas comemos en cantidades excesivas que habitualmente no solemos comer", explicó Lic. Vanesa Rotondi (M.N 6995).
Durante este mes, y especialmente esta noche, el cuerpo recibe una cantidad de alimentos calóricos que habitualmente no son parte habitual de la alimentación. "Y además lo combinamos con preparaciones dulces (Pan dulce, frutas abrillantadas, rosca de navidad) y diferentes bebidas alcohólicas, como el champagne. A toda esa mezcla se le suma la baja actividad física por ser días de descanso y por las temperaturas habituales. Como resultado nos sentimos hinchados, pesados y siempre, dependiendo cuánto comimos, terminamos subiendo entre 1-2 kg de nuestro peso habitual. Recomendamos priorizar las ensaladas frescas, las ensaladas de frutas y evitar recetas muy pesadas", detalló Rotondi.
Las mezclas de bebidas alcohólicas, el exceso de grasas, azúcares simples, harinas refinadas, hacen que el hígado tenga que trabajar extra, el intestino se inflame y el estómago dé su alerta. Eso genera hinchazón, ardor estomacal y una sensación de malestar general.
"Es frecuente también en estas épocas que las guardias y consultorios se llenen de pacientes con intoxicaciones alimentarias. En general se deben, entre otras cosas, a que los alimentos son expuestos a temperatura ambiente por varias horas, reproduciéndose así, los microorganismos que traen las consabidas gastroenteritis", afirmó la licenciada en alimentación Alejandra Volpatti (MN: 1307)
El consejo es limitar el consumo de bebidas alcohólicas y evitar la mezcla de diferentes bebidas. Aumentar el consumo de ensaladas frescas, frutas, de estación que son muchas y muy ricas y moderar el tamaño de los platos que se sirven, en especial aquellos con salsas y por supuesto tomar mucha agua.
Por su parte, la licenciada en nutrición Teresa Cóccaro explicó: "Muchas veces ingerimos entre 2.000 y 3.000 calorías extras durante estos festejos, ya sea por el tamaño de la porción, la repetición de platos, por tomar bebidas azucaradas o alcohólicas y/o por elegir alimentos ricos en sal y grasas saturadas".
El "problema" es que la mesa suele componerse de alimentos muy calóricos como lo son el lechón, el matambre, el vittel toné y la ensalada rusa, además de todo lo dulce y los confitados.
"Es importante realizar todas las comidas del día eligiendo alimentos depurativos, desintoxicantes y ricos en fibra como son las frutas, las verduras y los licuados dietéticos a base de agua y frutas ricas en agua como es el kiwi, el ananá, la pera o el durazno; o yogures descremados", agregó Cóccaro, especialista de INEBA.
¿Qué tomar? Las bebidas también importan
En cuanto a las bebidas, la mejor opción son las bebidas no azucaradas y, en el caso de tomar vino, que sea solo un vaso. Por otro lado, a la hora de brindar basta con una copa chica para el "chin-chin".
Las bebidas blancas y los tragos azucarados son los más calóricos. De querer darnos el gusto y tomar alguno, se prefiere que no se superen en cantidad los 150 cc.
¡Para tener en cuenta! En este orden, estas bebidas alcohólicas tienen de menos a más calorías vacías:
- Vino tinto
- Cerveza
- Vino blanco
- Bebidas navideñas
- Bebidas blancas
- Tragos dulces (Daikiri, Mojito, etcétera)
El día después
Usar los alimentos ya mencionados como depurativos y desintoxicantes los días posteriores a las fiestas es altamente recomendable. Hay que valorar el encuentro más que lo que está sobre la mesa. Comer de más una noche no será el fin del mundo; siempre y cuando los días posteriores a las Fiestas se retomen los hábitos saludables y la práctica de actividad física.
No hay dudas de que la gran protagonista y salvadora de las calorías es la actividad física de tipo aeróbica, por lo que una vez pasado "el atracón", hay que caminar 30 minutos diarios en horarios adecuados en base a la temperatura.
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