Cuando alguien tiene una cita o un compromiso importante se detiene en su aroma. Busca oler bien y así causar una impresión positiva. Desodorantes y perfumes son los primeros accesorios a los que se recurre. En cambio, distintos alimentos tienen mala fama por el rechazo olfativo que generan. El ajo, entre ellos. Aunque esa presunción fue puesta en duda.
Investigadores de la Universidad de Stirling, Escocia, y de la Universidad Charles de Praga, República Checa, reunieron a 42 hombres. A algunos de ellos les pidieron que comieran ajo crudo y ajo en cápsulas durante 12 horas. A otros, les solicitaron que no entraran en contacto con el alimento durante el mismo lapso de tiempo y que, a su vez, utilizaran almohadillas de algodón abajo de las axilas para absorber con mayor eficacia el olor corporal.
Pasadas las 12 horas, se les pidió a 82 mujeres que analizaran de acuerdo a su percepción del aroma las muestras de olor. Las participantes debían juzgarlas según su atractivo, masculinidad e intensidad.
El estudio arrojó un resultado sorprendente. El olor corporal de los hombres fue percibido como "significativamente más atractivo y menos intenso" en aquellos que habían consumido ajo durante las 12 horas que en quienes no lo habían hecho.
"Ciertamente, el olor del aliento desempeña un papel crucial en la mayoría de las interacciones sociales, pero el olor axilar humano es también un factor importante en las relaciones íntimas", escribieron los autores del estudio.
A su vez, destacaron que, de acuerdo a los resultados, el consumo de ajo tiene efectos positivos sobre la percepción hedonista del olor corporal. "Desde una perspectiva evolutiva, la formación de preferencias para los olores corporales asociados con la dieta fue posiblemente moldeada por medio de la selección sexual", explicaron.
El consumo de ajo, además, resulta por demás beneficioso para la salud. Entre sus propiedades se encuentran efectos positivos antioxidantes, inmunoestimulantes, cardiovasculares, bactericidas y anticancerígenos.
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