La chía, la quinoa, el té matcha. Son solo algunos ejemplos de alimentos modernos que se acomodaron, encontraron un ambiente propenso y se quedaron. En muchas ocasiones, el éxito de un plato o una bebida es directamente proporcional a lo bien que salga en las fotos. Esto suele verse reflejado en Instagram o Snapchat, en donde la capacidad de editar y modificar una fotografía puede convertir llevar a ese producto a la gloria, aún cuando sus amantes más acérrimos ni lo probaron.
El blue latte, último gran invento de las redes sociales, puede llegar a ser uno de los ejemplos. De apariencia azul y con pocas semanas de vida, ya despertó amores y odios entre sus seguidores. La decoloración del café al azul arrasa ya desde hace varias semanas en Instagram, desde que fuera servido en una cafetería de Melbourne, Australia.
El blue latte está hecho de algas, jengibre de ágave, limón, leche de coco y café descafeinado. La Matcha Mylkbar -cafetería australiana que inventó la infusión- determinó que cada vaso cueste alrededor de 8 dólares (120 pesos argentinos), decisión que generó muchas críticas entre los usuarios, quienes consideran excesivo el precio.
Sucede que, como todo alimento que se pone de moda, es caro. Caro, sano y antioxidante, ya que las algas ingresan en la categoría de superalimento: tienen una alta concentración de proteínas y más de 65 tipos de vitaminas, según el Global Healing Center de Estados Unidos.
Una foto publicada por M A T C H A // M Y L K B A R (@matcha_mylkbar) el
A pesar del precio, desde que el Matcha Mylkebar publicó la primera foto en Instagram, los pedidos crecieron en forma exponencial. Sólo el primer fin de semana, sus dueños aseguraron a medios australianos que habían vendido más de 100 blue lattes.
Lea más:
El menú más extravagante y exclusivo para millonarios
Los cinco errores más comunes para bajar de peso
Mark Filippelli, co-propietario de la cafetería, aseguró que "el sabor, mezcla de limón caliente y jengibre, permite sentir un gusto similar a la miel, aunque no la utilizamos. En su lugar, ya que el café es vegano, agregamos jengibre de ágave".
La imagen es tentadora y el sabor, a priori, también. Quienes critican esta novedad aseguran que los 15 minutos de fama terminarán cuando la imagen del blue latte se agote en las redes sociales. Un gusto caro, el sabor extraño y una cafetería demasiado lejana como para despejar las dudas.