¿Cuál es el eje de un plan alimentario? ¿Bajar de peso? ¿Complementarlo con actividad física? Muchas veces, el esencia se confunde. La prohibición y el entierro del deseo por la comida pueden generar el resultado contrario al que se busca. Algunos especialistas lo definen como el "efecto rebote", el cual consiste en abandonar una dieta sana para caer nuevamente en hábitos desordenados.
Para Mónica Katz, médica especialista en nutrición, es clave "hacer foco en el cambio sostenido de los 3 componentes de un estilo de vida saludable: actividad física habitual, alimentación balanceada, placentera y compartida y el afrontamiento de las emociones sin utilizar la comida como chivo expiatorio".
Los argentinos comen mal y poco variadohttps://t.co/T5tjkNqwTF pic.twitter.com/dOEaZNOCOk
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Katz le explicó a Infobae que "uno de los problemas más grandes en Argentina es que solo se habla de la obesidad desde la estética o cosmética, por lo que resulta fundamental medicalizar la obesidad. La capacitación y las habilidades necesarias para manejar esta enfermedad son múltiples y no las posee un profesional que solo sabe de nutrición o endocrinología".
En la actualidad, entre los numerosos estudios e investigaciones que genera esta problemática, la nutrigenética comienza a ganar terreno como el método del futuro, excluyendo a las dietas de moda y a los fanatismos absurdos ante las rutinas que se exhiben en los medios y redes sociales.
La nutrigenética propone conocer el ADN y diseñar una dieta en función de los genes.
"Los seres humanos compartimos el 99.9% de nuestro genoma. Es en ese 0.1% en donde cada persona es única y reproducible. Lo que hace la nutrigenética es estudiar esas características para crear una dieta basada en los genes personales y, ante el conocimiento específico, saber si esa persona necesita una bajar las grasas, consumir vitaminas o acelerar su metabolismo", dijo a Infobae la doctora Viviana Bernath, directora de Zoigen y especialista en genética humana.
"Es clara la evidencia del impacto de la genética y la epigenética sobre diferentes rasgos fenotípicos, entre otros la capacidad de ganar peso", agregó Katz.
En los próximos años, se espera que aquellas personas que empiecen una dieta para bajar o mantener el peso o simplemente para optimizar el entrenamiento físico lo planifiquen sabiendo lo que es mejor para su cuerpo y metabolismo.
"La mayoría de los humanos empiezan una dieta para bajar de peso. Lo más importante es lograr mantener el peso óptimo de cada uno. Suele comenzarse con ansiedad y muchas veces se persiguen -erróneamente- las que están de moda. Se van modificando y rotando, por eso no es saludable subirse a una rutina desconocida por el simple hecho de que a la hija de la vecina le hizo bien", sostuvo Bernath.
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Katz, medida, no es optimista respecto al futuro de las personas y la nutrición. "No existen campañas ni acciones de prevención de ganancia de peso. Lo único que intentan es -unifocalmente- regular el mercado de alimentos, que es una imprescindible estrategia pero aislada resulta un fracaso".
Esto surge ante la demonización de muchos alimentos, en donde un día no hay que consumir lácteos y al otro es mejor dejar las carnes. "No necesitamos un alimento en específico pero si todos los grupos de alimentos, pues cada uno es esencial para poder obtener los 60 nutrientes que cada día requiere el organismo", ratificó Katz.
Es importante tener en cuenta los objetivos y necesidades nutricionales de cada persona.
En este punto, los genes de cada persona permiten tener en cuenta los objetivos y necesidades que requiera. No serán iguales las recomendaciones que un especialista le dará a un niño o adolescente que la que le aconsejará a una persona mayor.
"Se ha observado que esta dieta tiene una enorme adherencia entre quienes la siguen, porque es una relación muy profunda la que se genera, en donde lo que se persigue fue creado a partir de los genes propios", dijo Bernath.
El principal error de las mujeres
"Generalmente las mujeres quieren bajar de peso y controlarlo definitivamente. Los hombres, en cambio, quizá se acercan para optimizar el entrenamiento físico", aseguró la directora de Zoigen.
Realizarse estudios previamente a comenzar una dieta significará algo que es fundamental: priorizar la salud por sobre la estética. La información relacionada con el riesgo de tener el colesterol, los triglicéridos o el azúcar en sangre con valores altos.
"El principal error en las mujeres es que se miden con la vara de las modelos o famosas, que son privilegiadas genéticamente o viven de su cuerpo y por ello invierten en cuidarlo mucho más tiempo y dinero que una mujer trabajadora o un ama de casa. Cuando las expectativas son elevadas, los logros siempre parecerán escasos", sostuvo Katz.
Además, la doctora concluyó: "No soy muy optimista a mediano plazo ya que la obsesión y el fanatismo nutricional seguirá creciendo más allá de los ideales tanáticos actuales alentados por la estética y no por la búsqueda de certezas que otorguen alivios y mejoren la salud en ellas".