Que Japón es uno de los países donde la población goza de mejor salud no es novedad. Que es difícil ver a un japonés obeso, tampoco. Sin embargo, su dieta rebosa de hidratos de carbono, uno de los grupos alimenticios más demonizados que existen.
"Tenés que dejar las harinas; comer menos hidratos", es el consejo que primero se dispara a quien busca perder peso.
¿Cuál es el motivo, entonces, que explica que la gente que sigue las recomendaciones alimentarias de Japón tiene un 15% menos de posibilidades de morir en comparación con las personas que no siguen esta dieta? Pues eso se desprende de un estudio realizado por investigadores del Centro Nacional de Salud Global y Medicina en Tokio (Japón) y publicado en la revista BMJ.
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Para el estudio, 80 mil participantes respondieron a detallados cuestionarios sobre su alimentación y estilo de vida para determinar hasta qué punto seguían la dieta tradicional, y luego los investigadores estudiaron su salud durante 15 años. La cuarta parte de personas que mejor seguía las pautas de la dieta japonesa mostró un riesgo menor de muerte. Los investigadores midieron factores como edad, sexo, índice de masa muscular, tabaquismo, actividad física total e historial de hipertensión, diabetes y dislipidemia.
James DiNicolantonio es científico de investigación cardiovascular en el St. Luke's Mid America Heart Institute y defensor acérrimo de la teoría de que el azúcar y los hidratos de carbono son la verdadera causa de obesidad y enfermedades metabólicas. Y uno de los promotores de que, para perder peso, la clave se encuentra en comer más alimentos grasos y calóricos, ya que ayudan a sentirse más satisfecho.
Así y todo, DiNicolantonio reconoció que la dieta japonesa rica en hidratos de carbono funciona, y señala que es por la calidad de la comida, por las pequeñas cantidades que comen y por su nivel de actividad. El experto, que no participó en el estudio, aseguró que es la combinación única de macronutrientes lo que podría librar a los japoneses de la obesidad y las enfermedades metabólicas.
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"Combinar un alto consumo de carbohidratos y grasas es la tormenta perfecta para la obesidad", justificó a la edición norteamericana del HuffPost. "Los japoneses tienden a comer muchos hidratos (arroz y verduras), pero pocas grasas", insistió. Al tiempo que recordó que los japoneses comen bastante mariscos y pescados, ricos en ácidos grasos omega-3, y que no consumen tantos alimentos procesados.
Además, el japonés medio camina más de 7 mil pasos al día y de un tiempo a esta parte instauraron la moda de llegar a los 10 mil pasos diarios.
"La mejor conclusión que podemos sacar es que si limitamos nuestro consumo de azúcares refinados y de aceites industriales de semillas, e incrementamos nuestro consumo de omega-3, entonces podremos tolerar un mayor consumo de arroz", sostuvo el especialista.
Las sencillas pautas japonesas, un ejemplo a seguir
En 2005 Japón publicó una serie de recomendaciones que representan a la perfección su historia culinaria. En vez de presentarlas en forma de pirámide nutricional como es habitual, lo hicieron en forma trompo o pirámide invertida.
La parte superior (y más amplia) está compuesta por platos de cereales, como arroz, pan o pasta, de los que se recomienda tomar entre cinco y siete porciones al día. Esto va seguido por cinco o seis raciones de verdura, y luego la pirámide se estrecha hasta las tres o cinco porciones de proteína diarias, entre las que se incluyen platos de carne, pescado, huevos y soja. La parte inferior se divide en dos: dos raciones de fruta y otras dos de leche y productos lácteos al día.
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En la misma línea, un reciente estudio del Instituto de la Investigación, Hospitalización y Cuidado de la Salud Neuromed en Pozzilli, Italia, sugirió que aquellas personas que comen pasta en forma habitual no engordan. Todo lo contrario. La periodicidad de ingerir estos platos harían que los seres humanos tengan un menor índice de masa corporal, con respecto al grupo que eligen no probar ni una porción de fideos.
Los japoneses comen bastante mariscos y pescados, ricos en ácidos grasos omega-3, y no consumen tantos alimentos procesados
Sin embargo, la doctora Lydia Bazzano, investigadora de nutrición y diabetes de la Universidad de Tulane, señaló que este modelo puede resultar engañoso para los occidentales, por lo que agregó que estas pautas alimenticias varían dependiendo de la edad, el sexo y el nivel de actividad. Un hombre joven muy activo, por ejemplo, puede tomar más hidratos que una mujer mayor sedentaria.
El Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón realizó una importante actualización en la última guía: como los nipones tienen una dieta basada principalmente en el arroz blanco y este alimento se asocia a un incremento del riesgo de sufrir enfermedades crónicas, la guía de 2010 recomienda que los carbohidratos no superen el 65% de la dieta, y que la gente incorpore más granos integrales, como el arroz integral.