Los gatos sin dudas son una de las mejores compañías del hogar, pero en muchas ocasiones los propietarios de los felinos pueden sentirse un tanto celosos de quienes poseen perros por su capacidad de poder llevarlos a todos lados. Pensar en llevar un gato de vacaciones resultaba inimaginable, hasta ahora.
Su nombre es Vladimir y ya recorrió 50 de 59 parque nacionales de los Estados Unidos junto a sus dueños Cees y Madison Hofman. Una vida de aventuras que cualquier gato quisiera transitar. Ha visto ya cientos de paisajes y ama viajar en la vieja 1989 Toyota autocaravana de sus dueños.
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Los recién casados planificaron su viaje -el cual comenzó el 25 de abril- cuando una casa rodante cautivó al reciente esposo. Dejar a Vladimir en el hogar no fue una opción válida para ellos y decidieron compartir sus aventuras junto a su amigo y miembro de la familia gatuno.
Cees, Madison y Vladimir conducen durante meses por todo Estado Unidos. Su obsesión: conocer todos los parque nacionales que permitan el ingreso de mascotas. Este gato viajero ya recorrió casi todos los destinos, incluso siete ubicados en Alaska.
"Las mascotas son casi siempre permitidas en los estacionamientos, campings y zonas pavimentadas. Es muy divertido y gratificante cuando nos encontramos con senderos que aceptan mascotas en los parques. Muchos lugares permiten subir a las mascotas en Kayaks, en los lagos. Resulta una actividad muy divertida para disfrutar entre los tres. Se puede hacer todo con Vladimir, solo hay que investigar antes de tiempo y ver qué lugares permiten el ingreso de animales", aseguró Madison a Adventurecats.
Él disfruta del paisajes a su tiempo y con la seguridad apropiada. Sus dueños cada vez que salen a caminar con él le colocan un arnés de seguridad para evitar su fuga. Pero su interés por el mundo que lo rodea hace que el paseo se convierta un poco más lento de lo normal.
"Es a la vez una ventaja y una desventaja que los gatos paseen a su propio ritmo. A veces Vlad es más lento que nosotros, a veces tiene que oler todo, a veces se cree que tiene que subir a cada árbol que ve, pero esta cualidad es lo que lo hace único. Su lentitud permite que nosotros vayamos también más lento y podamos apreciar las pequeñas cosas. Reducir la velocidad y disfrutar el viaje es el aporte de viajar junto a un gato", subrayó Madison.
Sin dudas, el accionar de esta familia demuestra que no sólo es posible viajar con los mejores amigos felinos, sino que también su espíritu aventurero puede hacer de un viaje simple una verdadera diversión que permita la total conexión con la naturaleza que rodea el paisaje.
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