La historia de Ashley y Puff sin dudas manifiesta el amor inigualable que tiene el reino animal para con sus dueños y o rescatistas. Quien afirma que los animales no comprenden las buenas intenciones humanas, sin dudas tiene que conocer esta historia única y de incondicional afecto y cuidado. Ella lo rescató de la muerte y hoy, su amigo, el pato, es quien la asiste y predice, con días de anticipación, posibles ataques de su extraña enfermedad.
Puff con tan solo un día de vida ya mostraba indicios de una salud frágil y débil. El pequeño pato, nacido en una tienda de suministros agrícola, tenía para aquel entonces, muy bajas probabilidades de vida. Fue allí donde Ashley Scott lo rescató de su cruel destino y lo llevo a su hogar en Carolina del Norte, Estados Unidos para su recuperación.
"Lo ví allí sin poder respirar ni mantener la cabeza en alto. Inmediatamente supe que tenía que salvarlo", aseguró Scott a The Dodo.
Fue así cómo con cuidados diarios, Puff mejoró completamente, pero algo más pasaba. Ashley advirtió que tenía inconvenientes para nadar y volar, quizás producto de la falta de contacto de pequeño con su especie. Su rescatista se propuso enseñarle las nociones básica de supervivencia, tal como lo haría su madre en estado natural.
"Tuve que introducirlo de a poco en contacto con el agua, la mejor opción fue comenzar en en la bañera. Puff nunca se había sometido a aguas profundas hasta que un verano logro nadar en la gran piscina. Mi estrategia fue posarlo en mi hombro y sumergirnos juntos al agua", declaró Scott.
Fue así como el pato fue adquiriendo habilidades propias gracias a la asistencia de su dueña, pero algo increíble ocurrió luego. Ashley sufre de una rara enfermedad autoinmune que le provocan ataques sorpresivos a nivel respiratorios. Durante los primeros meses, ella notó que cada vez que se sometía al tratamiento, Puff se colocaba encima de ella hasta finalizar el proceso. No obstante, en varias ocasiones alertó que unos días antes de que los síntomas se manifiesten de improvisto, el ave se ponía muy nerviosa e irritable.
"Un par de días antes de que tenga un brote, él empezaba a gritar; es como si pudiera sentir lo que está por venir e intentara avisarme. Al principio no lo podía creer, pero con el tiempo me di cuenta de que el patrón se repetía: me estaba avisando que algo iba a pasar", subrayó Scott.
El débil pato cuya expectativa de vida era casi nula, hoy asiste a su dueña como enfermero las 24 hs del día con incondicionalidad y amor. La necesidad entre ambos permitió que tanto Puff como Asley no se rindan ante las adversidades, lo que los convierte en amigos inseparables para siempre. Ellos comentan sus historias y experiencias al mundo a través de la red social en Facebook, la cual ya tienen más de 1800 seguidores que se conmovieron con su historia.
"Si no fuera por Puff, no estoy segura de dónde estaría hoy en día. Nuestro objetivo es ayudar a educar e inspirar a otros, que tomen conciencia del amor entre seres como también, de la necesidad de respeto entre seres humanos y animales", destacó Ashley.
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