Son enfermedades muy comunes en los seres humanos, pero que también pueden estar haciendo sufrir en forma constante a una mascota. Y más de lo que se cree. En los últimos años, han aumentado las consultas de los dueños que concurrían junto a sus mascotas y descubren que aquello que expresaban en su comportamiento, que los afectaba día a día, en realidad correspondía a una serie de problemas de salud que también padecen las personas.
Diabetes
Según Stijn Niessen, veterinario del Royal Veterinary College en Londres, Reino Unido (RVC) esta tendencia creciente en los seres humanos durante los últimos años también tiene a los perros y gatos como protagonistas. En el caso de los felinos, cazadores por naturaleza, pueden encontrarse viviendo dentro de ambientes reducidos, lo que limita su espacio para hacer ejercicio.
"Los gatos están programados para ser cazadores pero ahora viven en departamentos en la ciudad donde hacen poco ejercicio. También se los alimenta con mucha frecuencia, como una forma equivocada de darles afecto", explicó el médico. En algunos casos -explicó- las causas son genéticas y no están necesariamente vinculadas al estilo de vida de la mascota.
En el caso de los perros, estos no padecen diabetes de tipo 2, sino que son más propensos a desarrollar diabetes tipo 1, en la que el sistema inmunológico pierde la capacidad de producir insulina, una hormona clave que permite almacenar insulina de forma segura. Tanto en perros como gatos (y a veces en monos, conejos e incluso ratas) con diabetes, los síntomas más recurrentes de esta enfermedad son la sed constante, la necesidad de orinar con frecuencia y la pérdida de peso.
Problemas de tiroides
Al igual que en los humanos, está condición se presenta cuando la glándula tiroides en el cuello produce un exceso de hormonas. Se manifiesta por la actividad frenética y la pérdida de peso, incluso cuando se consumen alimentos en abundancia, que pueden ser un síntoma de hipertiroidismo en los gatos.
Una forma de tratar este desorden es con una inyección de yodo radiactivo. De esta manera el yodo se concentra en la glándula tiroidea y emite radiación, matando a las células hiperactivas. Los dueños suelen detectarlo cuando la mascota se muestra más cansada de lo normal, más lenta, y más gorda. Algunos de estos síntomas también se manifiestan en los humanos con hipotiroidismo.
Epilepsia
Aunque los gatos también la sufren, la epilepsia es más común en los perros. Puede provocar convulsiones, pero, en algunos casos, los síntomas no son tan sencillos de diagnosticar.
Holger Volk, profesor del RVC, sostuvo que una dieta rica en ácidos grasos puede ayudar y así evitar el tratamiento con pastillas, que es efectivo pero no siempre funciona. En la actualidad, el médico inglés está probando esta opción en un número significativo de animales para evaluar su efectividad.
Además, tanto Volk como Niessen creen que estudiar estas enfermedades comunes en las mascotas no solo ayudará a curarlos o salvarlos a tiempo, sino a entender el impacto que las mismas generan en los seres humanos.
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