Jugar con mascotas es uno de los entretenimientos más relajantes que existen. Tanto los animales como los humanos disfrutan de la interacción mutua. Los amantes de los animales muchas veces no son conscientes de que ciertos inocentes juegos pueden perjudicar la salud de los caninos.
Investigadores afirmaron que las mascotas que llevan juguetes pesados con sus maxilares pueden ejercer presión adicional en sus patas delanteras. El efecto de esta actividad puede ser dañino especialmente en cachorros, cuando corren y saltan.
El estudio publicado por BMC Veterinary Research centró su análisis en perros de la raza Retriever cuya característica es la caza de animales de gran tamaño. Se estudiaron 10 labradores en laboratorio sobre una placa de presión y con maniquíes que simulan el peso de aves, faisanes y conejos de entre 1 y 4 kilogramos de peso.
El equipo descubrió mediante la medición de fuerza que, en el caso de animales que cargan presas de inferior tamaño, el 60 por ciento de su peso se ejerce sobre sus extremidades delanteras y sólo 40% en sus patas traseras. Por ende, con la carga mayor, la fuerza aumenta y puede provocar problemas de motricidad a futuro.
"Estos resultados sugieren que el peso del maniquí se transfiere a las extremidades anteriores, lo que podría conducir a la tensión adicional en articulaciones, músculos y tejidos conectivos ", afirmó en su estudio la doctora Barbara Bockstahler de la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena.
Los animales que se exponen a actividades vinculadas con el deporte y el uso de peso deben, entonces, ser controlados de manera constante para evitar complicaciones en su salud.
Bockstahler subrayó: "El entrenamiento de perros en desarrollo debe realizarse con especial atención al sistema esquelético inmaduro; los perros que llevan peso de forma regular, deben someterse a exámenes ortopédicos de rutina".
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