La llegada de las altas temperaturas son, para muchos, una celebración, la oportunidad de disfrutar de un paseo familiar al aire libre. Los perros están incluidos, por supuesto, pero hay que tener cuidado porque sufren el calor más de lo que muchas veces se cree, al punto de que puede afectar su salud y, en algunos casos, llevarlos a la muerte.
Pese a que es el gran amigo del hombre y ambos hacen tan buen equipo, sus pieles y cualidades son bien distintas, y por lo tanto merecen una atención diferente. Por ejemplo, los perros transpiran por las almohadillas de sus patas, pero sobre todo expulsan el calor por la boca: el jadeo es una acción fundamental a la hora de regular su temperatura corporal.
Además del jadeo, otros síntomas a tener en cuenta en épocas de mucho calor son la saliva en exceso, muestras de debilidad corporal, vómitos y diarrea, y membranas rojas brillantes en la boca, lengua, ojos y a veces de la piel. Además, la temperatura interna del cuerpo de un perro se eleva con facilidad, y eso puede derivar en problemas de insuficiencia en los órganos.
Silvia Vai es etóloga, una rama de la biología derivada de la zoología y que estudia el comportamiento humano y animal. Para ella, ante condiciones extremas el sentido común debe privar por sobre las costumbres del resto del año. "Hay que tener los mismos cuidados que para una persona: cuando el sol hace mal, le hace mal a todos, incluso a los animales de compañía", enfatizó. Por eso no es de extrañar que prefieran comer un poco menos que lo habitual, y a menos que presente un cambio de ánimo muy radical, no es para preocuparse.
Como método preventivo, es importante tener siempre en cuenta estos 5 simples consejos que van a mejorar directamente la calidad de vida del animal.
1- Que esté siempre bien hidratado
El perro tiene que tener acceso a un poco de agua limpia en todo momento del día. Esto aplica tanto para el hogar como durante los paseos, por eso es importante salir siempre con una botella de agua para la mascota, y tomarse descansos a la sombra para que la beba tranquilo. Cuanto más fría, mejor; por eso, no es mala idea ofrecerle cubitos de hielo como alternativa al agua. O incluso el helado puede funcionar como un premio en verano, al tratarse de una golosina dulce y que alivia la temperatura corporal.
2- Elegir bien por dónde hacer el paseo
Las temperaturas estivales son una invitación a salir de casa, y por eso es normal ver mucha más gente en la calle que en invierno. Este cambio de hábito puede ser percibido por los perros, pero no de manera positiva. "Es una época en la que pueden aumentar los miedos de los animales de compañía. Hay que buscar lugares y horarios menos transitados", explicó Vai, y puntualizó sobre un cuidado especial para los perros que se asustan con los ruidos estridentes: "En esos casos, mejor esquivar las zonas con murgas, o con chicos que tiren petardos. El animal seguramente pasee atado, y eso no le permitirá tomar distancia de aquello que le produce temor, lo que agrava todavía más el cuadro".
3- Cepillarlo y mantener su pelo prolijo
El pelaje de una mascota dice mucho sobre el lugar de origen de la raza o de sus antepasados. Por eso, las temperaturas elevadas son un tema particulamente sensible para aquellos que vienen de regiones más frías. Para los de pelo más largo, es importante pasarle regularmente un peine o una cardina para que el flujo de aire desde su piel sea óptimo y el proceso de refrigeración natural funcione. Usar la tijera es una opción siempre y cuando no sea exagerado, porque podría ocasionarle quemaduras por el sol.
4- Nunca dejarlo encerrado adentro del auto
Por sus características, el habitáculo de un auto estacionado al sol y con las ventanillas cerradas es un horno que puede trepar hasta 30º C más que lo que marca el termómetro en el exterior. El proceso es rápido: si afuera la temperatura es de 25º C, adentro del coche puede llegar a 40º C en menos de 45 minutos. A eso se le suma que el aire deja de circular y renovarse. Y todo eso va en perjuicio para las mascotas que, encima, están solas y sin sus dueños, lo que puede estresarlas todavía más y acelerar el proceso del golpe de calor.
5- Tomar la ruta es bueno, pero sin apuro
Llevar una mascota de vacaciones es una opción muy recomendable siempre que se cuiden algunos detalles durante el trayecto. Por ejemplo, es importante parar cada no más de dos horas para que pueda pasear y beber agua. Y jamás llevarlo encerrado en el baúl: los perros sufren de claustrofobia, y necesitan sentirse cerca de su amo al emprender una actividad tan inusual para ellos como salir de viaje.