Gatos de diseño: ¿se debe "eliminar" su instinto cazador?

Un experto en antrozoología inglés aseguró que la alteración genética de los felinos será necesaria para proteger la poca “vida salvaje” de las ciudades. La polémica propuesta plantea neutralizar la naturaleza asesina de los animales en los laboratorios y así generar razas más “pacíficas”

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Los gatos domésticos todavía conservan el instinto de caza de sus ancestros                    (Shutterstock)
Los gatos domésticos todavía conservan el instinto de caza de sus ancestros                    (Shutterstock)

No es muy difícil de entender la enorme confusión que sufren los gatos: han sido dotados con una gran habilidad para cazar -y durante 10 mil años los humanos han alentado este comportamiento- pero en la actualidad, sus dueños no quieren tener un gorrión o una rata muerta dentro de sus casas por la mañana.

John Bradshaw, un experto en comportamiento felino y antrozoología de la Universidad de Bristol, se presentó en el Festival de Ciencia de Cheltenham y expuso su deseo de que esto cambie, de que el instinto asesino de los gatos desaparezca por completo. "Necesitamos una solución global al problema de los gatos que cazan animales cuando no lo necesitan", dijo. "Creo que vamos a tener que intervenir".

El experto planteó que la cría selectiva de gatos domésticos es posible y que pondría fin al problema de las aves y roedores muertos en la casa. La explicación es muy simple: los gatos domésticos ya no tienen la necesidad de cazar porque tienen abundantes suministros de alimentos por parte de sus propietarios. El doctor Bradshaw, autor del best-seller Cat Sense, dijo que los gatos "han desarrollado un hábito de caza que nosotros alentamos durante 10 mil años y hace 20 años que ya no sirve".

Una investigación de la Sociedad de Mamíferos del Reino Unido analizó la situación y estimó que los 10 millones de gatos de ese país atrapan 275 millones de animales al año, de los cuales 55 millones son aves (aunque también reptiles y anfibios forman parte de la lista de víctima de la masacre felina).

"Creo que a medida que el planeta está cada vez más poblado, el gato no es un animal que pueda coexistir con la vida silvestre. Ya hay suficiente poca vida natural en zonas urbanas, y la coexistencia con los gatos solo lo empeora. No es sostenible a largo plazo", explicó.

“La caza en los gatos es una combinación de genética y crianza”

El especialista expuso que los gatos siempre han sido injustamente culpados en países como Australia y Nueva Zelanda por la muerte de las aves no voladoras nativas y los marsupiales, pero indicó que la única forma de que los gatos dejen de ser el chivo expiatorio de estos problemas es hacer desaparecer el instinto asesino. "Tenemos que hacer algo al respecto. Debemos optar por los gatos que no cazan".

Por disposición genética y crianza algunos gatos se inclinan a la caza y otros no     (Shutterstock)
Por disposición genética y crianza algunos gatos se inclinan a la caza y otros no     (Shutterstock)

El problema es cómo se podría lograr el objetivo de que los gatos sean menos depredadores. "Usted puede bajar el instinto de caza de su gato dándole comida buena y abundante, pero la realidad es que no se puede 'apagar'", dijo Bradshaw. Según el experto "la caza en los gatos es una combinación de genética y crianza", pero aun así, es importante intervenir.

Explicó en su exposición que se puede dar el caso de dos gatos casi idénticos con nula formación en la caza donde uno no tenga el comportamiento, pero que el otro sea muy bueno cazando. "Esto indica que es probable que haya una variación genética que lo sustenta, entonces hay que encontrar dónde están esos genes. El genoma entero del gato debe ser secuenciado".

El científico de la Universidad de Bristol indicó que la inclinación por la casa probablemente esté determinada por no más de 15 o 20 genes, lo que significa que, una vez identificados, pueden ser editados para "producir" animales más tranquilos. Estos genes son los que marcan la enorme diferencia entre el gato común y sus ancestros salvajes, que fueron cazadores mucho más eficaces.

"A mediano plazo el desafío es alentar a los dueños a criar a los gatos para que no cacen. Creo que incluso sería un buen producto comercial". Las críticas no faltaron, ya que alterar la genética de una generación entera de animales va en contra de la naturaleza. Sin embargo, el doctor Bradshaw señaló que es "inevitable" quitarle lo felino al gato pero que "hay que reservar los territorios de caza a los depredadores salvajes porque los necesitan para sobrevivir, mientras que nuestros gatos tienen en nuestras casas una nutrición completa".

Otras formas de evitar que los gatos maten animales porque sí son los collares con cascabeles que alerten a sus presas o los polémicos dispositivos de alarma perimetral que emiten un sonido de ultra alta frecuencia para alejar a los gatos de los jardines.

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