El cabello gris es una característica que durante décadas estaba asociado al paso del tiempo. En el universo masculino despiertan un mezcla de sentimientos.
Por un lado, es uno de los primeros indicadores del paso de los años pero, a la vez, puede resultar muy seductor un hombre que sabe llevarlas. Al parecer, las canas dejaron de ser una problemática para los hombres. Muchos famosos, como George Clooney, encontraron la fórmula para no acceder al cambio de color.
El universo femenino empieza poco a poco a seguir el mismo parámetro estético. Actrices como Helen Mirren rompen con los prejuicios impuestos y lucen su melena al natural. Referentes fashionistas como Katy Perry se inclinan a llevar su cabellera en tonos plateados, sin tabués ni restricciones, imponiendo nuevos esquemas.
En este camino, surge el movimiento "Revolution Gray" (revolución gris, en español), un espacio donde las mujeres intercambian sus ideas y se manifiestan en contra de la los artificios impuestos por la industria de la cosmética a través de sus tinturas.
Historias en primera personas como la de la periodista francesa especialista en moda Sophie Fontanel dan vuelta al mundo. Fontanel decidió hace dos años dejar atrás la rutina del salón de belleza, y su propuesta fue un éxito convirtiéndose en viral. "No lo hice para nada para ser natural. Lo hice porque tuve la intuición de que me quedaba mejor que tiñéndome", resaltó.
"Pienso que las mujeres, a causa de los convencionalismos, evitan probar formas distintas de belleza", sostiene fervientemente en su libro. Sin dudas, una práctica que se está imponiendo con fuerza.
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