Zoiey Smale fue coronada Miss Reino Unido 2017 en junio. Logrado el primer paso, se preparaba para competir en el certamen internacional Miss Continentes Unidos, cuya final se lleva a cabo en septiembre en Ecuador. Sin embargo, para poder competir la organización le solicitó que perdiera peso.
Además de sus rasgos perfectos, Smale posee medidas de una top, mide 1,80 m, y viste una talle 38, lo que correspondería a un S/M en Argentina. "No estoy gorda en absoluto, estoy en la media. ¿Cómo me piden que pierda todo el peso posible para la competición? Es horrible, me han hecho sentirme una basura durante este tiempo", explicó la modelo al diario británico Daily Mail.
Una situación que viven miles de mujeres en los exigidos concursos de belleza que se desarrollan en el mundo. El culto a la belleza una vez más pone en juego la salud de sus participantes.
Frustada pero decidida a no ir en contra de su salud, decidió dejar atrás su sueño y no participar del certamen. "No creo que deban decir eso, es horrible. Esa delgadez no es un buen modelo a seguir. Están dañando a las jóvenes diciéndoles que son gordas. Hace diez años me habría tomado esto en serio. Devolví mi título porque no voy a apoyar una competición que haga esto a la gente", puntualizó la joven de 28 años.
Con esta decisión Smale busca la concientización con respecto a este tipo de eventos, donde el camino a la perfección no conoce los límites. "Miss Mundo o Miss Galaxy son competiciones diferentes. Aquí quieren promover dinero, son hombres de negocios los que lo patrocinan y solo quieren ver a chicas semidesnudas", concluyó.
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