La industria de la moda tiene exigencias que muy pocos cuerpos pueden sostener. Delgadas, altas, hermosas y exitosas no siempre son mérito suficiente para tener 'el privilegio' de ser elegida como musa de los grandes diseñadores.
Son varias las famosas, desde modelos hasta actrices reconocidas, que reconocen haber sufrido la discriminación de los modistos ante la posibilidad de llevar uno de sus diseños.
En contrapartida, se destacan las civics brands, marcas que se destacan por romper con los estereotipos impuestos por décadas en los medios de comunicación. Por mencionar algunos, H&M, con un sector talle grande, Dove, con su leitmotive 'belleza real', o United Colors of Bennetton, la pionera en promover la diversidad e igualdad. Aunque el fenómeno sea un hecho, se busca que no quede en un movimiento efímero y pasajero. Una lucha que parece difícil de ganar.
La rebelión de la mujer ante los cánones de belleza establecidos son cada vez más notorios. Como una gran defensora de la diversidad corporal, la modelo curvy Ashley Graham, de 29 años, lleva años alzando la voz por sus colegas de tallas más reales.
En una reciente y extensa entrevista que brindó al medio New York Fashion, confesó que no pudo asistir a la gala MET en el 2016 debido a que ningún modista se prestó a realizar un diseño a medida. "No encontré a nadie que me vistiera y no se puede acudir en jeans y camisa", resaltó angustiada la abanderada más importante del movimiento Body Positive.
La invitación le habría llegado tarde, por lo que a la hora de salir a buscar un modelo que se adaptara a sus curvas, su objetivo se convirtió en una verdadera una misión imposible, en especial debido a que para el MET se espera un despliegue de fashionismo extravagante.
A su vez, también vivió una situación similar en la producción de la portada de British Vogue para la edición de enero 2017. La editora en jefe Alexandra Shulman reveló que algunos ateliers se "rehusaron categóricamente" a vestirla. "La sesión fue concretada al último minuto y todos estamos muy agradecidos con la gente de Coach, quienes bajo la dirección creativa de Stuart Vevers, se movieron rápidamente para proveernos de ropa que saliera de su rango de muestra", escribió la editora en su Carta Editorial mensual.
"Me parece extraño que mientras el resto del mundo está desesperado porque la moda acepte las definiciones más amplias de la belleza física, algunas de nuestras marcas de moda más famosas parecen estar viajando en la dirección opuesta y, en mi opinión, imprudente", agregó la responsable del medio.
Sin embargo, el de Graham no fue el único caso. Otras celebrities de Hollywood sufrieron la discriminación por parte de la industria de la moda.
La mediática Kim Kardashian, hoy dueña de un importante guardarropas y una legión de 100 millones de fanáticos en las redes sociales que aclaman cada publicación con miles de likes también sufrió la exclusión.
El estilista Nicola Formichetti aseguró que fue muy complicado para él encontrar boutiques que le prestaran prendas para vestir a Kardashian en una edición de la revista Elle en 2016.
Su hermana Khloe también vivió situaciones similares debido a sus pronunciadas curvas. "Yo definitivamente creo que la industria de la moda y la gente en general empezaron a mirarme más una vez que perdí peso. Incluso en sesiones de fotos, yo nunca tenía opciones para vestirme. Siempre había una atención especial en Kourtney y Kim pero yo era demasiado trabajo para estilistas que no tenían ningún look de mi talla. Tampoco era tan gorda incluso, pero eso pasaba", relató durante el reality.
"Algunas personas decían, 'No puedo trabajar contigo' por ser muy grande. Y eso siempre hirió mis sentimientos". Hoy perdió peso y luce una figura impactante, y pocos se niegan a vestirla.
En esa misma línea, la referente de estilo indiscutida Beyoncé, ganadora del 'Ícono de Moda' en 2016, musa de Gucci, Givenchy, Balmain, Roberto Cavalli, reveló que no siempre fue así. En sus comienzos fue discriminada por diseñadores que hoy la aclaman: "Las marcas no querían vestir a mujeres negras con curvas".
"Ante la temporada de los premios Oscars, se complica al no encontrar modelos que superan el talle 0 ó 2", comentó indignada la actriz de Christina Hendricks. "Nos encanta tu trabajo pero no realizaremos un vestido a medida", fue la respuesta que recibió de las marcas más fashionistas.
Es considerada una de las mujeres más sexy del mundo. Sus curvas provocan pasiones en la platea masculina, pero a Kate Upton la excluían de los desfiles. La respuesta, un busto demasiado voluptuoso.
Upton fue seleccionada para convertirse en uno de los ángeles de la firma de lencería fina Victoria's Secret, en 2011, pero, Sophia Neophitou, la responsable del casting, la rechazó por ser "demasiado vulgar, es como las mujeres de los futbolistas, con el pelo demasiado rubio y esa cara que cualquiera con un poco de dinero podría comprar", explicó Neophitou en declaraciones al New York Times.
Estas figuras triunfan en el medio pese a haber sido rechazadas y hoy son la voz de muchas mujeres que buscan también ser parte de mundo fashionista.
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