Aureta Thomollari: la lujosa vida de la misteriosa diva albanesa que conquistó Instagram

Increíbles piletas en Beverly Hills rodeadas de la más impactante vegetación; un atuendo elegante y colorido a las 9 de la mañana en París; un descanso en Napa con maquillaje y joyas incluidas; los eventos más exclusivos del mundo de la moda; un viaje en avión sin escatimar en comodidades y lujos, crisoterapia con oro de 24 kilates, un fin de semana en Marruecos o en Atenas y arte, mucho arte. Todo eso y mucho más es lo que es posible descubrir con un rápido vistazo a la cuenta de Instagram @aureta.

Pero, ¿qué hay detrás de esta página con más de 400 mil seguidores? o ¿quién?. ¿De donde sale todo este lujo? ¿Quién es esta mujer que parece exudar elegancia a todo momento? ¿Qué son todos estos posteos creativos, psicodélicos, perturbadores y sugerentes que invaden su perfil? Esos son los interrogantes de los usuarios que se descubrieron atraídos por las imágenes artísticas, fotografías de viajes o de la cotidianidad inexplicablemente lujosa de Aureta.

Quién dirige esta cuenta es Aureta Thomollari, una empresaria, consultora de lujo, bloguera, modelo y trend-setter albanesa. Lo que a simple vista parece la ostentación de una vida con un muy buen pasar económico, en realidad es para esta fashionista un trabajo.

Si bien ella es oriunda de Tirana, capital de Albania, pasó la mayor parte de su vida viviendo en Los Ángeles -donde cofundó y erigió la primera joyería de la reconocida firma Daniel Espinosa en Estados Unidos- para luego mudarse a Washington DC. Sin embargo, según ella, ya es "una ciudadana del mundo".

El estrellato en el mundo de la moda llegó cuando fundó su propio blog, Aureta's Blog, en 2009. Como bloguera de estilo, Aureta documentó en esa plataforma -incluso más importante que las redes sociales por entonces- su lujosa vida y su interminable colección de outfits glamourosos. Ya sea desde Washington, Los Ángeles, Nueva York, Qatar, Japón o Grecia, sus fotos y posteos cautivaron a un público que rápidamente comprendió que era dueña de un gran criterio fashionista y que su guardarropa era cosa seria. Desde un típico vestido negro low-cost, pasando por joyas vintage de Givenchy y carteras de colección de Chanel hasta un vestido que fue propiedad de la mismísima Whitney Houston, Thomollari sabe de lo que habla a la hora de hablar de moda.

En 2009 cofundó y se transformó en la presidenta de DNA Luxury, una empresa de consultoría de lujo en Washington junto con su mejor amigo Dwayne Brice. El objetivo de su emprendimiento era "refinar la estética de los clientes a través de una visión del lujo", según su sitio web: "Especializados en asesorar, educar y crear una visión para los clientes interesados en los beneficios de una identidad de lujo, trabajamos con individuos y empresas para comunicar prácticas en gestión de marcas de lujo".

Después de aparecer en 2011 en la portada de Anabel, la revista de moda más vendida de Albania, y ser elegida en 2012 por tercer año consecutivo por la revista Washington Life como una de los 250 washingtonianos más influyentes menores de 40 años, su reconocimiento empezó a crecer.

Eventualmente, en 2013, los blogs cayeron en desuso y los vientos huracanados de las redes sociales arrasaron con todo: Aureta abandonó su blog que se constituía para ella como una suerte de diario íntimo y se "mudó" a Instagram. Por entonces, Aureta conoció en una fiesta a Jordan 'Watts' Watson, consultor de arte, quien estaba armando una comunidad importante de seguidores en su cuenta personal de Instagram. Al igual que Thomollari, que lidiaba con encontrar el lenguaje visual correcto para comunicar sus gustos en arte y moda y sus extravagantes viajes en su nuevo espacio virtual.

Ambos forjaron entonces una amistad basada en su amor por el arte y el diseño y crearon, a principios del 2014, además de sus cuentas personales, cuentas anexo (como @watts.on) que "curan" en conjunto, donde suman casi 2 millones de seguidores en total y generan importantes ingresos monetarios.

"Al principio, @aureta era mi diario visual. No tenía un plan maestro", contó la influencer treintañera en una entrevista. "Con el tiempo, compartir mi vida diaria todos los días se volvió menos inspirador para mí, y fue entonces cuando empecé a compartir las obras de otros. ¿Qué mejor que compartir con el mundo lo que realmente te inspira? La respuesta que obtuve de artistas y espectadores fue abrumadora y se me hizo muy divertido seguir en Instagram. Las marcas se han dado cuenta de la importancia de la voz de un influencer y es ahí donde la monetización entró en juego".

Después de incursionar de distintas maneras en el mundo de la moda y empresas de consultoría -de hecho es licenciada en Administración de Empresas por la Universidad de Marymount, donde se graduó con honores- Aureta encontró la manera de combinar su pasión por la moda (que ella considera una forma más de arte), los viajes y la opulencia para poder vivir de ello. Codeándose con las personas más influyentes de las empresas más importantes en la industria de la moda, trabajando con ellas en grandes proyectos y disfrutando de la buena vida que le provee su negocio, Aureta Thomollari ya es una sensación.

Aunque un porcentaje de sus seguidores seguramente no soporte tener que verla disfrutando la vida de esta forma tan inusual e inalcanzable, es sorprendente como la gran mayoría de los usuarios que la siguen la admiran, se sienten inspirados por ella y la halagan en cada foto que sube.

El misterio que todavía queda indescifrable es, entonces, cómo una persona puede ostentar de esta manera tan impactante, vestirse una manera tan osada y tan costosa sin despojarse jamás de la elegancia, sin caer en el ridículo, sin siquiera acercarse a la vulgaridad o despertar desprecio. Por ahora, es tanto el placer visual que nadie si quiera repara en reprocharle su pavoneo. Una prueba más de que la potencia que pueden tener las redes sociales en la construcción de una carrera exitosa es de temer.

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