"No puedes tenerle miedo al fracaso". La frase podría estar incluida o ser extraída de cualquier libro de auto ayuda, sin importar el autor ni su nacionalidad. Aquí, el truco no tiene trampas, porque la misma expresión que fue repetida y leída en reiteradas ocasiones es esbozada por un hombre que desde la incertidumbre creó un imperio. Una empresa que lo convirtió en la persona más rica de Japón.
Tadashi Yanai, licenciado en economía, es el hombre en cuestión. A sus 69 años lidera Fast Retailing, con un patrimonio que supera los USD 17,8 mil millones de dólares. Su empresa vive de promesas cumplidas y actualmente persigue otra: destronar a otras grandes tiendas mundiales como Inditex (Zara) o H&M, con productos que se encolumnan detrás de una prenda icónica que trascendió fronteras y marcó un status social alrededor del mundo.
Se trata de la campera Uniqlo ultra light, considerada básica pero atemporal. Fue imitada por todos y comercializada por diferentes marcas sin importar el rubro ni el público con el que la firma japonesa le dio inicio a esta aventura. "Zara vende moda, nosotros productos básicos con elementos de moda", explicó Yanai, cuyo gran salto se dio durante la recesión japonesa de 1990. Allí, los clientes nipones encontraron en sus precios bajos un aliado para los bolsillos flacos.
¿Qué es Uniqlo? En el origen de la marca, Unique Clothing Warehouse era el nombre con el que se comercializaban sus productos. En 1988, la fusión de las primeras dos palabras fundaron Uniqlo, convirtiéndose en sinónimo de un gigante que fabrica ropa de mujer, hombre y niños con diseños poco sofisticados, prescindiendo de los estampados y apuntando a los precios accesibles.
El gigante japonés
Tadashi, hijo de Kanichi e Hisako, encontró en su padre sastre la inspiración suficiente. Fue en el negocio familiar, rodeado de empleados y telas, en donde pasó su infancia. Recién a los 23 años comenzó a trabajar en la sastrería. En 1984 heredó el negocio, que incluía solo 22 sucursales. En la actualidad, Uniqlo cuenta con 1800 tiendas en todo el mundo y en los últimos años logró superar ampliamente a otros grandes estadounidenses como GAP, Calvin Klein y Tommy Hilfiger, entre otros, en cuanto a volumen de facturación.
La sencillez de las prendas es la clave del éxito. Es por eso que la clásica campera Uniqlo, en todas sus versiones y colores, ha logrado ser comercializada y modificada con el correr de los años. Se fabricaron modelos para niños, se combinaron colores y hasta le quitaron las mangas para convertirla en chalecos de abrigo. Pero nunca perdió de vista que su encanto estaba en la simpleza.
"Si quieres dedicarte a los negocios no puedes tenerle miedo al fracaso. Lo tengo claro, si no lo intentas jamás lo lograrás", sostuvo Yanai, quien copia y admira a otro grande de la industria como Amancio Ortega, el español que fundó Zara y al cual le siguió los pasos en muchas de sus decisiones. "Tengo mucho respeto por Inditex. Al igual que nosotros han pasado de ser un negocio local a convertirse en un fenómeno global con tiendas en todo el mundo. Zara nos sirvió de ejemplo, quisimos seguir su camino", aseguró el japonés.
Aunque los consumidores la comparen con Zara, Uniqlo tiene un estilo muy diferente. Lo único que poseen en común son sus precios, aunque la española es un poco más económica. Mientras que Inditex "copia" las tendencias que se ven en las pasarelas, el equipo de diseño de la firma nipona se centra en crear ropa práctica y funcional.
La curiosidad de Uniqlo es que en Tokio, capital de Japón, su primera sucursal fue abierta en 1998. "Los japoneses son educados, disciplinados. Y prefieren ese tipo de ropa y nosotros la producimos. Además, son ellos y sus estándares quienes convirtieron nuestra ropa en alta calidad".
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