El voltaje económico en la visita del presidente Mauricio Macri a España quedó, en parte, solapado por el duelo estilístico que protagonizaron la Reina Letizia Ortiz y Juliana Awada, la primera dama argentina. El plan de reencausar y constatar la apertura de lazo geopolítico entre ambos países llenó las portadas de fotos de ellas, de sus looks, de sus estilos y la competencia reñida e inofensiva de dos devotas del casual chic.
Parecidas pero distintas. Sus elecciones fueron materia de discusión y análisis de los dos lados del Atlántico. En Argentina, la línea de opinión giró en torno al criterio fino y acertado de Juliana Awada, quien opacó a la reina consorte con diseños argentinos. Su primer atuendo significó una clase magistral de estilo con guiños fashionistas distinguidos en el que coincidieron bajo la gama del rosa. Una segunda pieza de autor bordada
con piedras Swarovski y cristales que, de acuerdo al concepto nacional, acaparó el protagonismo de la anfitriona.
Pero la batalla de dos íconos glam tuvo un enfoque diametralmente opuesto en la prensa española. En el tercer round, en la Feria Internacional de Arte Contemporáneo ARCO, el portal de moda local Vanity Fair no escatimó elogios al vestuario outfit de la reina Letizia: "Las dudas han quedado despejadas con un impoluto vestido blanco que la reina Letizia ha paseado entre los expositores de ARCO. Una apuesta inteligente, si lo piensa, si se quiere destacar entre infinidad de esculturas, montajes y pinturas del mejor Arte Contemporáneo". Y sí tuvo reparos con el atuendo de la primera dama argentina: "Su vestido camisero en color granate y con un micro estampado, firmado por la marca argentina Menage a trois y sus zapatos Gucci hacían que la perdiéramos un poco entre el gentío y las obras de arte que las rodeaba".
El diario El Mundo de España esgrimió una crítica similar, aunque llevó la contienda al lugar común de los escenarios deportivos. Alegó que la reina con "su vestido corto blanco de manga francesa y cuello chimenea" goleó al camisero que lució Juliana Awada, "cuyos tonos granates diluían su silueta entre el gentío y las obras de arte", insistió.
En el encuentro en el fastuoso Salón del Trono en el Palacio Real de Madrid, en el marco de la citada cena de gala ofrecida por los Reyes en honor de sus huéspedes, Letizia y Awada compitieron con sus majestuosos trajes de alta costura en una reverencia a la sofisticación. La prensa española volvió a rotular el duelo con tecnicismos deportivos. En relación al modelo en terciopelo negro de cola de sirena y manga larga de la reina, el resultado fue -dixit- "un look inabarcable con el que tumbó por KO a Juliana Awada y a su sugerente modelo rosa apastelado de Gabriel Lage, de amplio escote y falda acampanada".
Aunque en tren de comparaciones, también destacaron una serie de cualidades de Juliana Awada que la Reina Letizia debería copiar. Valoraron su presencia y colaboración permanente con los medios, su cercanía con el pueblo en tiempo de campaña electoral, su compañía y rigor en los actos públicos presidenciales y su rol descontracturado en las redes sociales.
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