El Super Bowl es deporte y espectáculo. Seguramente espectáculo en primer lugar y deporte por detrás. El entretiempo es tan importante -o más- que lo que pase con el juego dentro del campo. En la edición LI de la final de la NFL, se esperaba que Lady Gaga brillara, deslumbrara, encandilara. Y, claro, no decepcionó.
En las alturas, a decenas de metros del campo de juego, comenzó el show del halftime. Marcó la pauta desde un comienzo. Lady Gaga abrió con una sólida versión de This land is your land. Cuando las luces se encendieron dejó a ver su vestido, sus botas, su antifaz, su cabello recogido. Fiel a su estilo, otra apuesta audaz. Arriesgar, su marca registrada.
"Es muy esnob a la hora de vestirse. Con la tendencia de los súper héroes por un lado y por otro, una impronta netamente galáctica que ofrecen las hombreras, las botas y el body con cristales plateados", señaló a Infobae el reconocido diseñador de alta costura César Juricich.
Ni bien terminó su primer tema, la artista se lanzó al vacío con un arnés. Aterrizó en el escenario donde la esperaban sus fanáticos. El vestido, desde el primer momento impactó. Su makeup, a tono, también. "El hecho de tener el antifaz con las mismas piedras que el resto de las prendas, sumado a su pelo recogido, le dio un toque muy futurista", comentó Juricich.
Su repertorio continuó. Sonaron tods sus hits. Telephone, Born this way, Bad Romance, Poker Face, entre otros. Hasta que se se soltó el pelo. Otra vez, la idea, sorprender: "Es increíble lo dúctil que es ella a la hora de adaptar un look. No es nada bonita, pero tiene algo que no deja de atraerte y uno quiere mirarla todo el tiempo. Está genial con la pelo recogido y con el pelo suelto es otra persona y le queda brutal. Yo la veo y, para mí, es un personaje para una película de superhéroes", opinó el especialista.
El metálico vestido inicial dio paso a otro outfit, tan osado como el anterior. "El segundo es un look extremadamente deportivo con un crop top con dejo sadomasoquista -en lugar de ser de cuero- hecho con cristales de Swarovski. Esas hombreras enormes se parecen a las que llevan los jugadores del fútbol americano", detalló el diseñador de alta costura.
En los looks de Lady Gaga nada es casual. Cada paso está medido milimetricamente. "El equipo que la asesora hace un trabajo fantástico. En cada presentación que realiza, cada mínimo detalle está pensado, no hay nada librado al azar".
El público -tanto en el estadio como los espectadores televisivos- enloquecido. Rendido ante el inmenso talento de la multifacética cantante. Lady Gaga hace su paso por el piano y, también allí, descolla. El show más caro que se recuerde en la historia de los Super Bowl. Eso 10 millones de dólares destinados a su montaje rindieron sus frutos.
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