El pelo, toda una seña particular del electo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, será también uno de los atractivos que expondrá ante cada aparición pública. Su peculiar cabellera de tono "rubio-anaranjado", sumado a ese jopo voluptuoso, fue objeto de un extenso debate público durante toda la campaña, y el furor derivó en que se vendan pelucas con su estilo.
Reconocidos estilistas le sugirieron un cambio radical de peinado. Incluso algunos hasta se animaron a modificarle la melena. El objetivo de muchos fue comprobar la autenticidad de su pelo. ¿Es una peluca o Trump siempre exhibió su cabellera natural? Ágil en su reacción, llegó a utilizar esa polémica como publicidad a su favor: durante su campaña dejó que el humorista Jimmy Fallon le tocara el pelo para corroborar que es suyo.
En una entrevista de 2011 con la revista Rolling Stone, reveló que su rutina de belleza no tiene secretos: utiliza diaramente Head and Shoulders y luego lo deja secar de manera natural, sin fijadores ni secador.
Por otra parte, el magnate había manifestado a Des Moines Register que, en caso de ser elegido presidente, cambiará su peinado. "Probablemente me peine el pelo hacia atrás. ¿Por qué? Porque este estilo es muy difícil de dominar y mantener", dijo Trump.
Su pelo a través de los años según una experta
La estilista Bebe Sanders analizó la mutación y transformación en el peinado del excéntrico multimillonario desde los '70 hasta hoy.
Donald Trump, en 1976, exhibiéndole a un funcionario neoyorquino los detalles del majestuoso Grand Hyatt que pensaba construir en su ciudad. "Es un look muy setentoso pero formal al mismo tiempo", aseguró Sanders.
Junto a Ivana, su primera esposa, en 1988 disfrutando del US Open con un jopo similar a la de su ex mujer. "Un jopo muy armado, muy típico de los '80", dijo Sanders.
En 1999, disfrutando un encuentro de básquet con los New York Knicks como protagonistas y la compañía de John F. Kennedy Jr., ya había comenzado a utilizar el pelo más largo y con otro tono. "Se fue tirando a los colores claros por la aparición de las canas en su cabello", destacó la estilista.
El presidente electo estadounidense Trump en un evento al aire libre en el 2000, después de ordenar a su estilista para el color de su cabello y las cejas un rubio intenso y cada vez más claro.
13 años más tarde, en una entrevista, el excéntrico multimillonario exhibió "un color más natural, más parecido a sus canas, que le queda mejor pero no deja de lado su estilo clásico", sostuvo Sanders.
Celebrando su triunfo, Trump deja visualizar el pelo blanco en sus costados, aunque mantiene un rubio intenso en su cabellera, ya sin ser tan amarillo. Para el 2017, entre tantas promesas, un cambio de look se asoma en la Casa Blanca.
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