Es uno de los artistas visuales más reconocidos de la historia con más de 30 años de trayectoria en el mundo artístico. La estética surrealista con que trabaja las imágenes lo ha llevado a lo más alto de la escena fotográfica. Inquieto y polifacético, también se destaca como director de documentales y videoclips. "Me defino como artista, eso es lo que siempre que supe que iba a ser", comentó a Infobae en una larga y agradable entrevista con mate y frutos secos.
"Tomo mate desde mi casa en Hawaii, pero no lo sabía hacer bien. Durante una visita a Montevideo gané el hábito. Me encanta ver el ritual que se genera entre las personas".
Viajó especialmente a Buenos Aires para brindar una charla y presentar su muestra retrospectiva donde se exhiben más de 80 obras en La Usina del Arte y Museo del Cine -Agustín R. Caffarena 51- hasta el 31 de diciembre. "Buenos Aires es un leyenda y me encantaría conocerla", confesó entusiasmado.
Esta exposición recorre sus retratos al mundo de las celebridades; David Bowie, Drew Barrymore, Cameron Díaz, Naomi Campbell, Whitney Houston, Courtney Love y Michael Jackson; además de sus obras más experimentales vinculadas al arte contemporáneo, que abordan temáticas con elementos de crítica al consumo y belleza del mundo contemporáneo y la reivindicación de derechos sexuales y sociales. También, sus series más recientes, nunca antes vistas en el país, Earth Laughs in Flowers (2008-2011) y LandScape (2013).
“Expresarme en palabras siempre fue difícil para mí. Mis imágenes no necesitan ser explicadas, ni subtítulos. Pero no soy un simple observador, me gusta crear”
Fanático de las artes -como la música y poesía- , pero sobre todo de la 'imagen' que según su definición es una manera de detener el tiempo. "Es fuerte e importante, aunque actualmente sólo predominen en el espacio audiovisual la violencia y codicia.
“Amo resaltar la belleza, que una persona salga bien en una foto. Soy amante de la figura”
A su vez, en su costado más pop, fue discípulo de Andy Warhol. En la década del 80, le ofreció su primer oportunidad como fotógrafo en la revista Interview. Luego le siguieron grandes marcas del lifestyle, como Vogue. En poco tiempo se convirtió en una estrella de la publicidad, por su estilo extravagante, kitsch, hiperrealista, provocativo y con aires surrealista.
También desplegó su creación en el plano en movimiento como director y productor de videos musicales de artistas como Christina Aguilera, Blink 182, Moby, Jennifer Lopez, Amy Winehouse y Britney Spears. "La música para mi es todo, fue mi primer amor".
El 2006 fue un año bisagra en su vida y decidió abandonar el rumbo comercial para concentrarse en la producción artística. "Las revistas fueron mi escuela durante 20 años, aprendí muchísimo y no me arrepiento de nada. Pero ya no quiero trabajar bajo presión. Soy lo que mi corazón y mi intuición me dictan".
– ¿Cómo fue trabajar con importantes celebridades?
-Mucha presión, las personas que los rodean, asesores, asistentes son difíciles de lidiar. No hay tiempo para nada. Algunos de los que no comprendieron el poder de la imagen, vieron como sus trabajos terminaron en la basura.
“Vi muchas famosos desvanecerse como si perdieran el hechizo”
-¿Hay alguien que le gustaría fotografiar que aún no lo ha hecho?
-Cualquier persona a la que pueda resaltar su belleza. Soy amante de lo bello, pero no desde el aspecto frívolo, sino de su esencia.
-No hay muchos autoretratos suyos. ¿No le gusta posar para la cámara?
-No. Porque todos queremos salir bien. Siempre supe que mi lugar era detrás de ella.
-¿Qué consejo le daría a los jóvenes que sueñan con ser futuros artistas?
-Escuchar la voz interior es esencial y de esta manera seguir la intuición. Los artistas no tenemos una para la carrera, como tal vez sucede con los médicos, abogados, ingenieros. Así que debí hacerlo lo que sentí, es una voz que suena muy bajito, por eso hay que parar y conectarse con ella en soledad.
“Siempre fui un soñador, de hecho me retaban en la escuela por no prestar atención. Eso no cambio”
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