En un mes Hillary Diane Rodham Clinton podría convertirse en la primer mujer electa como Presidente de los Estados Unidos. Durante la campaña, la imagen de los candidatos también juega un rol preponderante a la hora de definir un perfil, tanto o más que el lenguaje verbal.
La candidata demócrata, de la mano de expertos en moda, belleza y comunicación política, adoptó un nuevo vestuario con guiños más modernos y cálidos de cara a las próximas elecciones presidenciales.
Durante los tres debates que mantuvo con el candidato del partido republicano, Donald Trump, Hillary utilizó uniformes monocromáticos, aunque la selección de los colores para cada uno no fue azarosa. Clinton pasó del rojo del debut, al azul en el segundo, al blanco durante el cierre. Sí, rojo, azul y blanco, los colores de la bandera de Estados Unidos. Una muestra más como detrás de cada prenda siempre se intenta dar un mensaje.
El camino a la Casa Blanca
En los últimos debate, se refleja una "transformación" importante en cuanto a su vestimenta. Conservadora y formal, Hillary conservó sus clásicos y sobrios tailleurs.
Los trajes son su prenda fetiche, especialmente en la amplia paleta de azul como el partido al que representa, rojo y combinados
En su primer debate para las elecciones presidenciales de 2016, Hillary Clinton lució un traje de saco azul con camiseta a juego de la exclusiva firma americana Ralph Lauren. La misma que eligió cuando confirmó su nominación a la presidencia de Estados Unidos durante la reunión del Partido Demócrata, con un equipo en tono blanco.
La firma Ralph Lauren refleja los valores del espíritu patriótico de los EEUU, en sus colores y bandera
Entre los diseñadores elegidos figuran Ralph Lauren, Armani, Oscar de la Renta, Vera Wang y Alexander McQueen. Las propuestas siempre giraron en torno a prendas de cortes rectos, pero en las últimas apariciones con un una silueta más moderna.
Las principales elecciones estílisticas se resumen en 5 claves:
Trajes: de silueta recta y formal. Con algunos toques modernos en la solapa de los sacos o en el largo. Blusas holgadas para brindar un look más juvenil.
Looks monocromáticos: en rojo, blanco y azul siguiendo la paleta de colores de la bandera de los EEUU. En excasas excepciones en verde o algún tono metalizado.
Durante el segundo debate presidencial optó por un equipo de la firma Ralph Lauren en tono azul marino con la solapa blanca y blusa off white dándole un toque de modernidad (Reuters)
Ausencia total de estampas: salvo cuando anunció su victoria en Nueva York con su chaqueta estilo tweed de la firma italiana Armani.
Stilettos: de taco bajo en peep toe o cerrados pero siempre negros. Son un prenda comodín.
Ni joyas ni accesorios: no lleva ni relojes, sólo aros en tonos dorados sin brillos ni extridencias.
Anne Wintour es otra de las figuras que acompañó a Clinton en su cambio de look. La directora de Vogue USA , le sugirió no llevar trajes tan masculinos y optar por nuevos cortes, prendas y colores.
Otro pilar fundamental en su cambio de vestuario fue la reciente incorporación a su equipo de Jen Rade, asesora y productora de moda. Quién guió a Hillary en su renovación de look en cuanto a la tonalidad de su cabello, adoptando un tono más dorado y juvenil para iluminar el rostro.
La estilista de renombre y muy conocida en Hollywood es una gurú de celebrities como Angelina Jolie o la protagonista de Orphan Black, Tatiana Maslany.
En su época de primera dama de los EEUU, se inclinaba por outfits más osados en tonos pasteles, estampas y vestidos de gala con brillos y detalles de autor. Hoy como futura candidata adoptó una postura formal pero con una silueta más sofisticada algunos toques modernos que le brindan un imagen más accesible. Según los expertos más "presidencial".
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