Llegó la primavera y eso significa que los tardes y noches al aire libre dejan de ser un deseo para convertirse en una realidad. Los días de la comida pesada y las maratones de series adentro de la casa llegan a su fin. En ese sentido, Guía Oleo eligió ocho lugares de Buenos Aires con patio o terraza al aire libre para que las salidas sean aún mejores.
Si bien todavía no abrió sus puertas, es una parada obligatoria para los amantes de la buena coctelería. Ubicada en el barrio de San Nicolás, la terraza del piso 13 del Hotel Pulitzer ofrece una de las mejores vistas de la ciudad. En un ambiente distendido y cosmopolita, se sirven excelentes cócteles acompañados de música chillout, bossanova y soul; y es uno de los preferidos para los fanáticos del after office. Apertura: 15 de octubre – 17:00 hs.
En el barrio de Palermo, Sheldon es el lugar ideal para los rockeros nostálgicos o quienes gusten de descubrir espacios que los sorprendan. De afuera parece una disquería, pero en el interior se descubre una terraza enorme con cómodos asientos. Además, hay salones en los que se puede escuchar música en vivo. La ambientación musical está a cargo de la DJ SRZ (Soledad Rodriguez Zubieta).
En el barrio de Chacarita, este restaurante a puertas cerradas ofrece una experiencia gastronómica más que interesante. Tiene una capacidad máxima de 12 comensales y sirve un increíble menú por pasos de comida orgánica y autóctona. Es un lugar pequeño pero muy confortable que posee un bello patio para disfrutar solo o acompañado.
Si bien posee numerosas sedes en distintas partes de Buenos Aires, la que se localiza en Puerto Madero tiene algo especial. Este famoso bar y restaurante de comida mexicana ofrece a los comensales la opción de degustar su carta a orillas del río, en una de las zonas más selectas de la ciudad. Es un mix perfecto de culturas: su decoración transporta a los visitantes al país azteca, mientras que la vista al puente de la mujer los ancla a la city porteña.
Ubicado en el barrio de Palermo, Unicorn Huset presenta una propuesta diferente a los visitantes que lo elijan. Al ingresar, la planta baja se transforma en una suerte de boliche; al subir las escaleras, con una terraza repleta de extranjeros, bullicio del bueno, y mesas largas que se comparten. Tiene dos barras, y mucha energía positiva. Es recomendable para ir en grupo, y solo también: es imposible transcurrir más de cinco minutos sin socializar con el entorno.
En una de las zonas más exclusivas de Recoleta se presenta como una casa antigua de techos altos, con una imponente araña hecha con cubiertos en el medio del salón. Ofrece una elegante propuesta gastronómica, tanto en parrillada tradicional como de mar. El servicio parece de otra época, con mozos con trayectoria que se esmeran por presentar una buena mesa y atender con gusto a sus comensales. Además, está abriendo una terraza que promete ser la revelación en materia de after office.
En el corazón de Vicente López, este restaurante de autor ofrece cocina de comida internacional que está a cargo del chef Gastón Boga Michaud. El ambiente es agradable y posee un cálido rincón afuera con silloncitos y colores tierra, ideal para disfrutar de día o en una noche cálida. Es una propuesta pensada por un grupo de amigos con trayectoria gastronómica, y esto puede verse reflejado tanto en la calidad de los platos como en el ambiente relajado del establecimiento.
Ubicado en el corazón de La Boca, Café Proa es la parada obligatoria tanto para amantes del arte que hayan ido a disfrutar de alguna muestra de la Fundación o para simples transeúntes que estén paseando por la zona y tengan ganas de comer algo rico. El establecimiento ofrece una variada carta en la que se destacan los sándwichs y las ensaladas. Estos y otros platos pueden ser degustados en su espectacular terraza que presenta los paisajes más extraordinarios de La Boca.
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